Súbete al coche. Arranca la carrera. Se dispara la adrenalina. Pon a prueba tu habilidad, tus reflejos y tu valor: llega Need for Speed Payback. Ghost Games y Electronic Arts han acelerado al máximo la personalización de vehículos para incorporar un nivel de detalle espectacular, el mundo se muestra más abierto que nunca con una apabullante variedad de localizaciones (del desierto a las montañas pasando por todo tipo de calles) y la acción se amontona para meterle una marcha más al ritmo. Bienvenidos al frenesí. La propuesta tiene, además, un elemento artístico muy interesante: el ilustrador español Cristóbal Fortúnez firma dos obras que aparecerán como grafitis en las calles del videojuego. Y son muy sorprendentes. "Me hace muchísima ilusión aportar un granito de arena a dar forma al universo de Need for Speed Payback, y, sobre todo, tener presencia en sus calles. En serio, un lujazo y un orgullo estar ahí", afirma un entusiasmado Fortúnez.
Afirma el productor ejecutivo Marcus Nilsson que "hace dos años, reforzamos la saga Need For Speed al escuchar lo que nuestros fans querían y construimos un título que reunía los principios básicos de Need for Speed: coches más rápidos, personalización y persecuciones épicas de policías. Con Need For Speed Payback, hemos subido el listón añadiendo más acción al estilo Hollywood, con extra de adrenalina y un enorme mundo abierto. Además, cuenta con más opciones de personalización y una narrativa que sorprenderá a los fans. Estamos realmente entusiasmados de ofrecer una nueva experiencia de conducción que no solo ofrece todo lo que más les gusta a los jugadores de la serie, sino que también supera los límites de lo que esperaban de este género".
Estamos en Valle Fortune. Bonito sitio para correr. El jugador puede elegir entre tres personajes: Tyler es el corredor, Mac es el showman y Jess es la especialista. Tres formas muy distintas de manejar el volante. Un buen equipo con un objetivo peliagudo: plantar cara a La Casa, un cártel que tiene el poder en los bajos fondos y controla los casinos, los criminales y la policía de la ciudad. Hay que sumar muchos puntos de reputación para llegar a la última carrera con posibilidades de triunfo. De supervivencia. Sus aliados son los coches, claro. Los vehículos de desguace presentan ahora un abanico más amplio de posibilidades de personalización. Su estado de abandono es una ventaja a la hora de trabajar con ellos desde la mecánica hasta el aspecto para convertirlos en perfectas máquinas de correr. Hay cinco tipos exclusivos de coches con los que entretenerse hasta la saciedad ejecutando ajustes para especializarlos según se trate de una misión u otra. "Un artista convierte la chatarra en un supercoche". Pues eso: a currar. Los riesgos no solo proceden de los criminales, lógicamente. Cuidado con la policía. No van a permitir semejantes velocidades ni choques de coches al por mayor. Su inteligencia artificial ha crecido y sus medios también. Por tierra y por aire. Cuidado con las bandas de clavos. No basta solo con apretar el acelerador a fondo, hay que ser astutos a la hora de buscar soluciones urgentes a toda velocidad. Y recuerda, La Casa siempre gana... o tal vez no.
