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El eterno despertar de la escena musical asturiana

El regreso ocasional de "Manta Ray", en las bodas de plata del bar La Plaza de Gijón, revive el extraordinario movimiento de los años noventa

Luis J. Menéndez

Días atrás Nacho Álvarez evocaba en LA NUEVA ESPAÑA los tiempos, desde el origen al final, de "Manta Ray", que regresa ocasionalmente para celebrar los 25 años del bar La Plaza de Gijón. Local, explicaba el fundador de "Manta Ray" junto a Josele ("Elle Belga"), que no nació con intención de ser un centro de las vanguardias culturales de entonces, pero que finalmente así fue. Se convirtió en un lugar de encuentro de tales ambientes, aunque con la música de protagonista. Es decir, fue uno de los referentes de aquella movida sonora.

El local está en plena celebración de las bodas de plata. Por ahí, como ya se sabe por activa y por pasiva, pasó mucho del "Xixon sound". Hay una cuestión curiosa al respecto de este tipo de fenómenos y es que, posteriormente, éste y otros locales de Gijón y Asturias prosiguieron con su actividad hasta enlazar con las nuevas generaciones, sea la música electrónica, los cantautores de nuevo cuño o rockeros, poperos y raperos o "traperos" (nada que ver con el jefe de los Mossos) del siglo XXI.

No surgió desde entonces, en cambio, algo que cobijara todo en el mismo envoltorio, pero sí que nacieron artistas y tendencias que deslumbraron en determinados momentos. Muchos de los de entonces (una larga mayoría en realidad) han seguido ligados a la música y otros se han convertido en productores o componentes de las nuevas hornadas musicales. Es decir, hay una correa de transmisión, o así, entre generaciones.

Ya en su día en un repaso que hizo este periódico se recordaban trayectorias de Nacho Vegas y Paco Loco, que no sólo seguían (y siguen) en el "machito", sino que el estudio de Paco Loco en Cádiz es parte de muchas producciones de entonces y más actuales. Y es una buena pista de por dónde andaban y andan los protagonistas del "Xixon sound". Porque Paco Loco estaba antes, en el momento de ebullición, y después del movimiento musical. Había comenzado en los ochenta con Carlos Redondo en "Los Locos", pero luego se quedó para ser parte del núcleo de "Australian Blonde", además de su faceta de productor.

Junto a los bares, otro punto fuerte del impulso del movimiento fue el Festival de Cine de la ciudad y las compañías discográficas de ámbito nacional, que dieron un gran impulso a aquella historia. De pronto, esa escena se había metido entre las pasiones musicales en España.

No todo era "Xixon sound" y no todos se identifican con tal bautizo. En realidad ocurrió lo que ocurre con este tipo de explosiones culturales de vanguardia (en su momento), que quedan engarzadas en un nombre. De hecho el "Xixon sound" tuvo una réplica posterior con el Festival Gijón Sound, que reavivó la marca de entonces, aunque con otros parámetros.

Algunos de sus protagonistas reflexionaban al respecto con LA NUEVA ESPAÑA años atrás. Todos han seguido su camino musical, al menos un porcentaje altísimo. Un ejemplo muy claro estaba y está en "Australian Blonde". Roberto Nicieza, primer batería del grupo, que ahora edita a "Ilegales", entre otras cosas, comentaba que todos los pioneros del grupo estaban en ello. "Tito Valdés hace sus cosas, Fran Fernández fue 'La Costa Brava' primero y Francisco Nixon". Y sigue enrolado con su trabajo en Deezer.

Lo que sí hay es una conclusión evidente: la gran mayoría de entonces sigue vinculada a la música. Pero también hay otros que prolongaron la escena con otros grupos, algunos que enlazaron con las escenas del momento como productores de, por ejemplo, Pablo Undestruktion; otros que se han ligado a importantes promotoras de conciertos, caso de Alonso Remedios, que fue camarero de La Plaza, manager de grupos y ahora trabaja con Last Tour.

Alonso lleva 17 años viviendo en Navarra y su recuerdo es feliz: "En aquellos tiempos lo viví muy intenso y lo recuerdo gratamente, con el tiempo todo aquello perduró aún más. Conocí mucha gente con mucha inquietud musical. Todo me viene de allí. Y todo fue muy placentero", cuenta Alonso, que puntualiza que todos los de aquel movimiento siguen haciendo cosas. "Entonces era más pasional y de ocio que profesional, pero muchos han encontrado un camino por ahí. Lo viví mucho. Conocí a mucha gente con muchas inquietudes. Veinticinco años después La Plaza sigue viva. Cuando paso por Gijón, sigo yendo. Nadie me dio tanto como La Plaza", sentencia.

Efectivamente, como se apuntaba, algunos combinaron con otras profesiones y otras disciplinas, caso de Javier Rodríguez, de "Kactus Jack", exitoso dibujante de "Spiderman". Rodríguez hacía la siguiente reflexión en la anterior entrega: "Éramos un montón de críos con ganas de hacer cosas". Y apuntaba que entonces las cosas funcionaban de boca a oreja: "Aquello ocurrió en plena era preinternet; es decir, había que buscarse la vida en tiendas para localizar discos y la música que te atraía; además, entrar en aquella escena era la posibilidad como de participar en una especie de club, algo que haces ahora en internet con un clic". Todos los de "Kactus" tuvieron su recorrido posterior. Igualmente ocurre con Jorge Muñoz "Explosión", que prosiguió con sus estudios Circo Perrotti. Muñoz también prosiguió con el grupo tejano "The Ripe". Vinculado a la música también sigue su colega Félix "Explosión", que organizó desde los tiempos el Euroyeyé. Y así se añade un listado sin fin con "Tommy Crimes", "Penélope Trip", "Eliminator Jr", "Screamin' Pijas", "Yellowfinn", "Nosoträsh", "Undershakers"... Y muchos han tenido su prolongación en el tiempo. Mar y Alicia de "Undershakers", son ahora "Pauline en la Playa"; y el grupo de música familiar "Petit Pop" es otra reunión de exmiembros de grupos de aquellos tiempos.

Montse Álvarez fue de "Nosoträsh" y ahora forma el dúo "Møna": "Lo que más me llama la atención de aquella época es la diversificación y no había la presión de estar en lo alto y se podían hacer cosas más relajadas; como por ejemplo 'Nosoträsh cuando hicimos 'Popemas'. Eso te presionaba para que el siguiente fuera mejor". Piensa Montse Álvarez que aquello dejó "poso en otras generaciones, aunque no sea un poso musical. Tampoco hicimos algo tan importante; pero sí quedó el poso del movimiento que se creó, el poso de seguir adelante, y eso que ahora está más crudo. Ese poso es importante". Prueba de que la cosa sigue es que "Møna" saca disco el día 15 de diciembre, "Møna, en el salón".

Luis J. Menéndez, redactor jefe de "Mondo Sonoro" en Madrid, siguió todo aquello paso a paso y apunta que "Algunos, los menos, se convirtieron en músicos profesionales (el caso de Nacho Vegas es el más paradigmático). Otros como Jorge Explosión, Pedro Vigil, Roberto Nicieza o Frank Rudow también son profesionales de la música, aunque evolucionaron hacia otros aspectos más técnicos como producción (ingeniería de sonido o profesiones relacionadas con la música en directo y el management). También hay quien, como Francisco Nixon, ha acabado haciendo cosas que de forma más o menos directa tienen relación con la música, en su caso trabajando con la plataforma de streaming Deezer. Y los hay como Fran Gayo ('Mus') o Javi Rodríguez ('Kactus Jack'), que han terminado profesionalizándose en otras disciplinas artísticas como el cine o el cómic. Tal vez el caso más curioso que se me ocurre de reinvención profesional es el de César Rendueles ('Detritus X') que, a día de hoy, es uno de los filósofos y sociólogos de referencia de la nueva izquierda". Y puntualiza: "En general es una generación que ha mantenido una gran vinculación con la música y buena parte de los que formaron esos grupos siguen hoy tocando y aún tienen proyectos musicales aunque sólo sea como hobby. Sí que llama la atención sobre la generación anterior, la de los 80, el escaso nivel de profesionalización que alcanzaron aquellos músicos: hay muy pocos que en algún momento llegaran a vivir de vender discos o tocar en directo, pero eso es algo que se veía venir por su negativa reiterada a hacer concesiones artísticas para llegar así a un mayor número de personas". Cuenta Menéndez que recuerda aquellos años como "el momento en que por primera vez la prensa de Madrid y Barcelona se giró a mirar lo que estaba ocurriendo en Asturias a un nivel global. Hasta entonces en Asturias habían surgido bandas relevantes como 'Ilegales' o 'Los Locos', pero no esa sensación de efervescencia contagiosa que en ese momento no se daba en Madrid y Barcelona. Porque, en efecto, Gijón se llevó la fama y de alguna forma se convirtió en el lugar que todo el mundo quería visitar, pero en realidad el 'Xixon sound' fue un movimiento de grupos que se gestó a caballo de Gijón, Oviedo y Mieres, aunque eso la historia 'oficial' lo haya obviado", argumenta el redactor jefe de "Mundo Sonoro".

En cambio no ve que la huella haya seguido en otros tiempos: "No tengo claro que haya habido una herencia directa en grupos actuales. Algo lógico teniendo en cuenta que en realidad el 'movimiento' lo formaban bandas muy diferentes entre sí, desde lo abiertamente retro ('Doctor Explosión', 'Screamin' Pijas', 'Los Buges'?), a grupos con un sonido muy personal vinculado a la vanguardia del pop anglosajón ('Penélope Trip', 'Manta Ray', 'Mus', 'Medication'?) y otros que practicaban estilos que tenían poco que ver ('Nosoträsh', 'Kactus Jack', 'Undershakers' / 'Pauline en la Playa', 'Australian Blonde', 'E-330', 'Smellie Fingers'?). Posiblemente los músicos que han creado escuela de aquella generación han sido los más perseverantes: Nacho Vegas y, en menor medida, Francisco Nixon. Aunque ahora que lo pienso tal vez el que en un momento dado se pasaran a componer en castellano también ha tenido bastante que ver".

Bien, el momento evocación de aquellos tiempos llegará en esta ocasión con la reunión de "Manta Ray". El grupo volverá a escena en la sala Albéniz de Gijón y será el protagonista del siguiente programa: "Captains", "Schwarz" y "Triángulo de Amor Bizarro" (viernes, 8 de diciembre. Y "Amorante" y "Manta Ray" (sábado 9).

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