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Una nueva vida para los pantanos de abastecimiento

La segunda mar de Asturias

La aprobación del uso lúdico de los embalses de Tanes y Rioseco abre un abanico de posibilidades turísticas y deportivas en el parque natural de Redes, desde la navegación sin motor hasta el baño en algunas zonas

Ablanéu. Las cercanías del pueblo contaban con prados que usaban los bañistas. Hoy ya no existen. Hay también una caseta que se utilizaba para llamar a la "barca taxi" (en la imagen). F. RODRÍGUEZ

Nadar en un entorno privilegiado, navegar con un pequeño barco de vela, iniciarse en el submarinismo, pescar, visitar rincones inaccesibles en piragua y en canoa o, simplemente, contemplar la enorme variedad de aves existentes desde un observatorio especialmente preparado. Éste es el objetivo del cambio de ley aprobado hace unos días en la Junta General del Principado a propuesta del PP, y que todos los grupos políticos acabaron secundando: que los embalses del parque natural de Redes, el de Tanes y el de Rioseco, puedan ser aprovechados para el turismo. Así, los pantanos podrían convertirse en la segunda mar de Asturias. Todo ello sin que esto reste calidad al agua, que abastece a toda la zona central de la región, unos 800.000 habitantes. El Gobierno regional tiene ahora un año para aprobar y poner en marcha el cambio legal, y tener así sobre la mesa un plan que especifique qué se puede hacer en cada uno de los embalses. Los alcaldes de Redes, vecinos, hosteleros y también los populares piden que ese plazo se acorte y, sobre todo, "que se haga bien".

Por el momento, lo que va a hacerse en el entorno de los embalses no se ha determinado y tiene que ser el proyecto que va a redactarse el que lo concrete. Una cosa está clara: el uso lúdico de Tanes y Rioseco está ya permitido, algo que no ocurría desde antes incluso de 1996, cuando se declaró la zona de Redes (los concejos de Caso y Sobrescobio) como parque natural. En este territorio están enclavados los pantanos. Anteriormente, su utilización no estaba regulada, y durante los veranos era habitual ver a mucha gente bañándose en algunas zonas de los embalses e incluso utilizando piraguas, canoas o tablas de windsurf para surcar sus aguas. El espigón de Rioseco, en pleno pueblo, era una de las áreas que más bañistas congregaba. Hoy, y desde hace años, un cartel recuerda que ahí está prohibido y es "peligroso" bañarse: es la zona donde se absorbe el agua del embalse de Rioseco para subirla mediante bombeo al de Tanes, ya que ambas presas forman un único complejo para generar energía hidroeléctrica. Sin embargo, los que se bañaban en la zona lo tienen claro: "En cualquier playa hay mucha más corriente que aquí".

Los bañistas también utilizaban el entorno de la localidad de Tanes, junto a la colegiata del siglo XVI, donde es sencillo acceder al agua. Aquí también se juntaban los piragüistas de los clubes deportivos langreanos. Ya en la otra vertiente del embalse, una vez se atraviesa el único puente que cruza el pantano, ya en su cola, en el pueblo de Coballes, y en dirección a Ablanéu, existían "praos" que también usaban los bañistas. En un apartado recodo del pantano de Tanes, en las cercanías de la presa, existía otra zona de baños, el Peñón, menos concurrida y más discreta, en la que incluso ocasionalmente se practicaba el nudismo. Los vecinos de Tanes recuerdan perfectamente que durante unos años existió un servicio de "taxi" acuático, una lancha que permitía cruzar el pantano para llegar al otro lado del embalse, a las cercanías de los pueblos de Ablanéu y Valderosa, antes de que acabase de construirse la carretera de acceso a estos núcleos, un vial por el que los años han pasado y que hoy se encuentra en mal estado. La caseta en la que se avisaba a la lancha apretando un botón sigue en pie, rodeada de maleza y árboles, al igual que la antaño despejada zona de baños de la colegiata de Tanes, desde cuyo camino de acceso apenas se ve hoy el agua.

Actualmente sí que están permitidas algunas actividades de ocio en los pantanos de Redes. En el de Rioseco existen dos observatorios de aves acuáticas y puede pescarse. Los cada vez más difíciles accesos al agua en algunas zonas (entre matorrales, árboles y el agua, que se ha ido "comiendo" áreas de tierra) han hecho disminuir el número de aficionados en los últimos años. Si bien ahora tiene que elaborarse el proyecto que estipule qué va a poder hacerse en los embalses, está claro que si lo que se desea es hacer un embarcadero para dar entrada a las piraguas o canoas la zona más accesible se encuentra precisamente en el pueblo de Tanes. Aquí apenas habría que hacer una pequeña obra para instalar un embarcadero y, ya en el interior del agua, un pantalán para que los bañistas puedan salir a tomar el sol y descansar en pleno centro del embalse. En el entorno de la colegiata también sería sencillo habilitar de nuevo una zona de baños como la que ya existió en su día. Tampoco en Rioseco, en el espigón, acarrearía dificultades.

Distintas federaciones y deportistas de especialidades acuáticas ya habían mostrado su apoyo a que los embalses de Redes pudieran acoger nuevas actividades. Alfredo Flórez, director técnico de la Federación de Vela del Principado, ve posibilidades en Tanes y Rioseco, sobre todo para iniciarse en este deporte. "Son aguas protegidas, perfectamente viables para utilizar pequeños botes de vela en los que aprender", subrayaba. El piragüista Manuel Busto participó apoyando las ponencias de la Junta General en las que se discutió si cambiar o no la ley que impedía el uso lúdico. Lo tiene claro: "Otra forma de disfrutar de los pantanos y del parque de Redes puede ser perfectamente compatible con los usos actuales", preservando la calidad del agua. "Lo que hay que hacer es regular la actividad para que sea sostenible. Hay muchos espacios naturales en Europa en los que se hacen deportes náuticos en ríos de altura y embalses y no tiene que ser ningún problema, lo extraño es que aquí no se haya podido hacer antes". En 1987, siendo una promesa, Busto participó en un campeonato estatal que tuvo Tanes como sede y que reunió a una cantidad enorme de espectadores. José Manuel García, presidente del Club Natación Langreo (que tiene sección de piragüismo), subrayó que se ha hecho un "gran esfuerzo" por lograr este objetivo. El submarinismo, aunque sea en modo de iniciación, también sería una opción plausible en algunas áreas de los embalses, tal y como explicaba Arturo García, presidente del Club de Actividades Subacuáticas Alto Nalón.

Preservar la calidad del agua de las represas ha sido durante dos décadas lo primordial y era un mantra inamovible. La depuradora de aguas situada en la cabecera del de Rioseco potabiliza hasta 3.200 litros por segundo. Hasta hace dos años casi todos los pueblos del entorno del pantano seguían vertiendo directamente a mismo. Una inversión de diez millones evitó que la mayor parte de estas aguas fecales acabasen en los embalses, pero aún algunos núcleos de la zona alta del concejo de Caso siguen esperando por mejorar su saneamiento. La calidad de las aguas es, por tanto, hoy en día mucho mejor que hace unos años.

Lograr que Tanes y Rioseco sean la segunda mar de Asturias, un lugar en el que poder bañarse o navegar, serviría de revulsivo turístico a una zona que ya tiene relativo tirón, sobre todo para los amantes de la naturaleza. Hosteleros y vecinos consideran que la aprobación es positiva y que servirá como "revulsivo" para dar a conocer más un entorno privilegiado que es Reserva de la Biosfera de la Unesco. En los últimos meses fue cuando muchos vecinos, sobre todo en Tanes, decidieron echarse a la calle, y con el apoyo del Ayuntamiento y los partidos políticos locales se dio un impulso a sus reivindicaciones: por el parque pasan diariamente decenas de camiones cargados de carbón de importación, con destino a la central térmica de Velilla (Palencia). Al mismo tiempo, las únicas balsas que entraban al pantano anualmente eran las de Cadasa para limpiar las algas que crecen en algunas zonas. Francisco Cueria Prado, vecino de Tanes, señaló que las movilizaciones "se hicieron por el bien del concejo". Lo que pretendían era lograr, más allá del uso turístico, "que se levantasen restricciones, que los vecinos lo pudieran disfrutar". A partir de ahí, "que haya una correcta gestión para todas las partes. No hay nadie a quien esto pueda perjudicar".

El parque de Redes cuenta con más de cuarenta sendas de montaña, de las cuales más de la mitad están señalizadas en su totalidad. Varias de ellas, además, se encuentran junto a los embalses o tienen grandes vistas sobre ellos. Es el caso de las rutas del Torrexón y de la Sierra del Crespón, que parten desde Villamorey, de la ruta de la calzada romana, que sale desde Rioseco, o de la circular de Trapa, en Coballes. En Tanes, tanto la colegiata como el Museo de la Apicultura, a pie de agua, merecen una visita. La antigua iglesia del siglo XVI es Bien de Interés Cultural, y el espacio museístico reabrió hace unos meses y pueden hacerse visitas guiadas. Rioseco cuenta con la Casa del Agua, y prácticamente todos los pueblos del entorno están muy cuidados.

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