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RICARDO MORALES | Diseñador y profesor de Diseño

"En casa pasamos crisis económicas, pero no nos impidieron ser felices"

"No he sido de pandilla, sino de tres amigos; soy introvertido, de caminar y hacer fotos solo desde los 10 años, cuando decía que quería ser farero"

El diseñador Ricardo Morales, en su casa de Soto de Llanera. LUISMA MURIAS

-Nací en Gijón en 1955. Tengo un hermano mayor, Miguel, y una hermana más joven, Chelo. Nos llevamos dos años entre uno y otro. Me crié en Oviedo hasta los 15 años, en la calle Martínez Vigil.

- ¿A qué se dedicaban?

-Mi padre, Miguel Morales, ovetense, era decorador y mi madre, Ángeles Diéguez, "Cuca", gijonesa, ama de casa.

- ¿Cómo era su padre?

-Entrañable y simpático. Tenía muchos amigos y era una buena persona. Todavía lo echamos de menos. En casa era muy divertido. Mi tío Luis y él eran como Tip y Coll, con humor irónico e inteligente. Era primo carnal de Luis Aragonés y se llevaban muy bien.

- El genio de Hortaleza.

-En la familia, "El Plomos". Físicamente se parecía a mi tío Luis, y de humor, a mi padre. Cuando se juntaban era broma sobre broma.

- La decoración no era una profesión definida como ahora.

-Había estudiado Artes y Oficios en la calle del Rosal. Su familia estaba vinculada a la construcción desde mi abuelo Gregorio, y mi tío era pintor. Empezó con un taller de escayola para molduras de techos, trabajaba con piedra artificial. Yo pasaba muchos ratos, veía cómo se desarrollaban las obras, estaba con los obreros y acompañaba a mi padre a las obras. Siempre lo vi con sus reglas y su mesa de dibujo. Fue metiéndose en decorar viviendas y luego en locales comerciales como Parsifal, la cafetería Los Peces, el casino de la calle Santa Cruz. Hizo obra en León, la Costa del Sol y Canarias.

- ¿Le sacó provecho a la decoración?

-Sí. Tuvo épocas de crisis porque el trabajo decayó, pero los problemas económicos no nos afectaban para ser felices. Si había obra, comprábamos coche e íbamos de vacaciones; en vacas flacas no había vacaciones. La relación de mis padres fue muy buena.

- ¿Cómo es su madre?

-Una madraza que sigue activa, de cuidar mucho, de engordarnos y de "No cojas frío".

- ¿Eran religiosos en su casa?

-Mi padre era de cruz a cuestas y caperucho, metido por la Corte y algo mariano, pero nunca impuso esa religiosidad.

- Su primer Oviedo.

-En El Terre, los terrenos de la estación del Vasco, jugando entre las vías haciendo cabañas con las traviesas y chocando vagones.

- ¿Qué rapacín era usted?

-Siempre he sido de tener dos o tres amigos, no de pandilla. Cuando era pequeño decía que iba a ser farero. Soy introvertido. Cuando iba al colegio escogía el camino con más alternativas de aventura, y mi hermano, por donde más amigos encontraba. Lo he pasado bien solo. Salgo a caminar, a hacer fotografías desde los 10 años. Eso me identifica con mi madre, que en la Guerra Civil, a los 8 años, se fue desde su casa hasta Aboño, vestida con su mono y disparando a los aviones que pasaban a bombardear, mientras su familia estaba loca buscándola.

- ¿Dónde estudió?

-En los Dominicos. Fui mal estudiante porque el sistema de la letra con sangre entra no iba con mi carácter. Estuve dos meses castigado de 6 a 9 de la noche porque tuve la escarlatina y perdí clase. El sistema de recuperación era estar sentado y solo. Salía de noche. Empezábamos la clase con un dictado, que pasabas al compañero de pupitre, quien delataba tus faltas de ortografía y según fueran graves o leves el padre Claudio te golpeaba con uno de sus dos palos, "Tizona" y "Colada". Estuve aterrorizado desde párvulos a los 14 años. Me hicieron odiar todo lo que significaba aprender. Uno de los días más felices de mi vida fue cuando me sacaron de ese colegio. Me quedó un trauma.

- ¿Tanto?

-Ya casado y con dos hijos, fui de turista a un centro dominico en Peña Francia, me encontré con el padre Claudio, me dio un ataque de pánico y tuve que salir de la iglesia sudando y descompuesto.

- ¿Fue el niño dibujante de clase?

-Sí. Fui un alumno muy bueno en Dibujo y malo en Matemáticas. En la pintura empecé solo. Cuando tenía 13 años compré una caja de pinturas guache en un kiosco junto a los Dominicos y pinté un ramo de flores sin que nadie me enseñara.

- ¿Y su tío Luis?

-Me dijo que había óleo y dónde se compraba. Mi primer óleo fue "La salida del Juan Sebastián Elcano pasando por la isla de Mauro" que copié de una postal o de una caja de bombones. Quería ser pintor. Siempre vi exposiciones y museos y mi primera enciclopedia fue una de pintores por fascículos.

- ¿Dónde siguió estudiando?

-En el Instituto de San Lázaro, mixto, curso inaugural, con 15 años, profesores seglares y un planteamiento pedagógico diferente: aprendíamos francés con canciones de Georges Moustaki y tocando la guitarra e íbamos con el profesor de Gimnasia a disfrutar del deporte. Ahí empecé con el deporte y sigo activo en la bicicleta. El trato con las chicas era algo nuevo, aunque yo había tenido una novieta en el barrio a los 14 años.

- ¿Por qué se fueron a Málaga?

-A mi padre le salieron trabajos en la Costa del Sol, en Fuengirola, Marbella, Torremolinos... Vivimos en Málaga y Estepona. Fuimos muy felices. Me marcaron la luz, el clima, vivir en la calle y el tipo de gente: dejé amigos y novias. Me hice más sociable. Me costó tres meses adaptarme, pero nunca me he vuelto a adaptar a la vuelta a Asturias. Llevo 17 años veraneando en Almería. Empecé a trabajar con mi padre cuando se fue a Estepona y montó su propio estudio. Le hacía perspectivas de los proyectos.

- De Estepona se fue a...

-La mili, en Palma de Mallorca. El cuartel, Palma 47, era nuevo, daba Formación Profesional en rama de Hostelería y se comían estupendos menús que no repetían y tenían nombres en francés. Los oficiales me pasaban fotos de carné de sus hijos para que les hiciera un retrato y a cambio tenía menos guardias. Y hubo un momento maravilloso.

- ¿En la mili?

-En unas maniobras descubrí la isla de Cabrera y pedí ir voluntario para pintar. Era un islote de castigo, con 20 soldados, una cantina, una tienda de víveres, un payés con ovejas y nada que hacer. Pasé tres meses como Robinson Crusoe. Yo era cabo de víveres pero tenía la tienda cerrada y si alguien quería una lata de sardinas se la daba. Viví como un bohemio, paseando vestido de pantalón corto y sombrero de paja. La isla es especial.

- ¿Por qué?

-Allí llevaron presos a los 9.000 franceses perdedores en la batalla de Bailén y los dejaron abandonados durante cinco años. Al principio mantuvieron la disciplina, hicieron cabañas, organizaron teatro, pero degeneró y acabaron con casos de canibalismo. Sobrevivieron quinientos o mil. Los cadáveres quedaron allí. Hay huesos en superficie.

- Se licenció en 1978 y...

-Volví a Oviedo, a casa de mis padres, retomé la pintura, hice cuadros hiperrealistas, expuse en la Caja de Ahorros, vendí todo en dos días y me vi con mucho dinero y pedidos. Para hacer Bellas Artes había que hacer un examen durísimo que duraba quince días y montamos un grupo de diez aspirantes -entre ellos, Esteban y María Álvarez- en la Escuela de Artes y Oficios con la ayuda del director, Bernardo Sanjurjo, que nos permitió ir por las tardes y usar un aula, por el que pasaba y nos orientaba. Entre todos pagábamos a dos modelos.

- Se fue a Madrid.

-A una pensión en la calle Hortaleza. Fue mi "boom". Encontré a la gente con la que sintonizaba e hicimos una gran pandilla de 80 personas cortadas por el mismo patrón. Saqué montones de matrículas, conocí a mi primera mujer y acabé la carrera casado y con dos hijos.

- Pero no le hizo pintor.

-En cuarto elegía pintura, pero después de tres años dibujando al natural nos quitaron los modelos y nos dijeron que sintiéramos e hiciéramos abstracción. Para mí era fácil, a los profesores les gustaba lo que hacía, pero no era sincero. Entré en crisis y estuve una semana sin ir a clase. Ese año se instauró Diseño en España de manera oficial. La idea del diseño industrial me gustaba. Conté a los profesores lo que me pasaba y me dejaron cambiar de manera extraordinaria después del primer trimestre.

Segunda entrega, mañana, lunes:

""Me casé con una compañera de clase en ambiente de euforia colectiva muy guapa"

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