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Elena Campos Sánchez | Presidenta de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas

"Puedes venderte como terapeuta sin tener formación sanitaria"

"Los productos de homeopatía se despachan en farmacias aunque carecen del Código Nacional de Medicamento e incumplen las normas de etiquetado"

Elena Campos. LNE

Elena Campos Sánchez (Serradilla, Cáceres, 1987), doctora en Biociencias Moleculares (especialidad Biomedicina), preside la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), un colectivo de ámbito nacional nacido a finales de 2015 con el objetivo de defender al ciudadano frente a los que los promotores de esta entidad consideran una avalancha muy peligrosa de promesas de curación sin fundamento alguno y capaces de causar perjuicios relevantes a las personas y a la sociedad. Recientemente, Elena Campos se desplazó a Oviedo para exponer los fines de este colectivo a los responsables de la Consejería de Sanidad del Principado.

-¿Por qué surgió la APETP?

-Fue promovida por Julián Rodríguez Giner, cuyo hijo, Mario Rodríguez, enfermo de leucemia, decidió abandonar el tratamiento indicado por el equipo médico del hospital para sustituirlo por otro que un naturópata, José Ramón Llorente, le vendió como "alternativa" terapéutica: la medicina ortomolecular. El estado de Mario empeoró; el cáncer, inicialmente en remisión, volvió a reaparecer, y cuando Mario trató de volver al tratamiento ya era demasiado tarde. Murió. El caso de Mario sigue en los tribunales.

-¿Qué se sabe de ese naturópata?

-Que no sólo ejercía desde un establecimiento pretendidamente sanitario sin serlo, sino que pasaba consulta ejerciendo actos propios de un médico sin poseer el correspondiente título académico expedido o reconocido en España de acuerdo a la legislación vigente. Según nuestro Código Penal, incurriría en un acto de intrusismo profesional.

-¿Son habituales los casos de este tipo?

-En España, bastante, gracias a la pasividad y dejadez de las autoridades competentes: Ministerio de Sanidad, consejerías de Sanidad autonómicas y colegios profesionales sanitarios.

-¿Quiénes forman la asociación? ¿Son afectados directos de las terapias que combaten?

-Son afectados, familiares de afectados, investigadores, profesionales sanitarios y, por supuesto, todos aquéllos que compartan nuestros objetivos. Buscamos la visibilización de la situación, la sensibilización social y política frente a ella, la denuncia de casos y, en última instancia, la implicación efectiva de las autoridades competentes y colegios profesionales sanitarios para que de una vez se cumplan tanto la legislación vigente como los códigos deontológicos en cuanto al ejercicio de las profesiones sanitarias y la comercialización de productos con pretendida finalidad terapéutica.

-¿Concretando?

-Que sólo aquéllos que están en posesión del título oficial de profesional sanitario y debidamente colegiados y habilitados puedan actuar como tales. Que únicamente se pueda ofertar actividades sanitarias desde establecimientos sanitarios legalmente autorizados. Y que aquello que se oferte como terapéutico, terapia o medicina realmente haya superado los estándares de calidad que demuestren su eficacia para las indicaciones terapéuticas para las que pretenden venderse.

-¿Estas pautas se incumplen con frecuencia?

-Es curioso, pero en este país te puedes llamar o vender como "terapeuta" y como tal poner tu "consulta" y ejercer como tal sin poseer ningún tipo de formación sanitaria. Puedes inventarte cualquier nueva "terapia alternativa" o "complementaria" o "natural", desarrollar una página web y comenzar a dar cursos sobre ella aunque no hayas demostrado que realmente funcione para nada. Todo bajo la inactividad, pasividad, dejadez, desconocimiento... de las autoridades sanitarias competentes. Desde APETP consideramos que este tipo de actividades constituyen atentados contra la salud pública, que nos afectan a todos y que deberían ser perseguidas como delitos contra la salud pública.

-¿A qué llaman pseudoterapias?

-A todas aquéllas que se ofertan como terapias sin serlo. Es decir, a aquéllas que, abusando del concepto de terapia, se ofrecen a los consumidores sin haber demostrado eficacia terapéutica alguna para las indicaciones que dicen tratar o, lo que es peor, aquéllas para las que se ha demostrado científicamente su invalidez clínica y que, aun así, se siguen comercializando y ejerciendo, por ejemplo, la homeopatía. Por supuesto, desde la profesión sanitaria y afines, nos hacemos un flaco favor al cosificar a los pacientes, al no empatizar con ellos o al no salir lo suficiente a la calle para explicar por qué el método científico es la vía más fiable y objetiva de determinar la eficacia de algo o por qué nuestra calidad de vida actual es fruto de la investigación científica.

-¿Cuáles son las pseudoterapias más extendidas?

-La homeopatía, que sigue vendiéndose en farmacias, aunque sus productos, vendidos como medicamentos homeopáticos carezcan, en términos generales, del Código Nacional de Medicamento y seamos incapaces de encontrarlos en la base de datos de medicamentos registrados. A pesar de que la legislación les obliga a llevar en el etiquetado la leyenda "sin indicaciones terapéuticas aprobadas", no lo hacen y, por mucho que desde APETP y otras entidades hemos inquirido a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios donde se haya el registro público de productos homeopáticos comercializados como medicamentos, aún seguimos esperando una respuesta. Por el momento sólo tenemos silencio.

-¿Un silencio con consecuencias?

-Sin duda. No sé cómo se procedería ante un caso de intoxicación, por ejemplo, por el empleo de estos productos homeopáticos, recuerdo, de venta en farmacias; ni cómo podría denunciar un usuario afectado. Posiblemente le contestarían que "la ley no protege al incauto", "que eligió libremente" o que "es mayor de edad y con competencias académicas suficientes" como para saber que la homeopatía no funciona.

-¿Qué grado de implantación tienen estas terapias en Asturias?

-Hasta donde tenemos conocimiento, Asturias no es la región española que más acusa la acogida de las pseudoterapias. A pesar de que no existen bases de datos nacionales ni autonómicas, lo que sí podemos afirmar es que la mayor acogida o, mejor dicho, el mayor número de eventos de promoción de pseudoterapias se localiza a lo largo de toda la costa levantina.

-El Colegio de Médicos de Asturias ampara las medicinas alternativas.

-Efectivamente. En contra de la disposición de la Organización Médica Colegial, que incluso ha habilitado un Observatorio Contra las Pseudociencias, Pseudoterapias, Intrusismo y Sectas Sanitarias, desde donde cualquier usuario o afectado puede denunciar este tipo de prácticas poco éticas y contrarias a la buena praxis sanitaria, el Colegio de Médicos de Asturias aún conserva su sección de médicos acupuntores, homeópatas y naturistas. Esto da idea de lo extendidas y admitidas que están este tipo de pseudoterapias incluso dentro del ámbito sanitario. Esto es muy grave y debería atajarse cuanto antes.

-¿Cuáles son las pseudoterapias más dañinas, a su juicio?

-Sin duda, aquéllas que culpan al propio afectado de su propia enfermedad, inculcándole que la enfermedad que sufre es el resultado de un conflicto emocional por resolver y que pone como agente causal de dicho conflicto a sus familiares o personal más cercano, de los cuales instan a alejarse, "ponerse en cuarentena" lo llaman, hasta que se supere el conflicto emocional que lo hubiera provocado. Este tipo de pseudoterapias, con mayor cabida en el ámbito de la psicología, niegan la existencia real de la enfermedad y, según sus pseudoterapeutas, lo mejor que se puede hacer, contra un cáncer, por ejemplo, es no tratarse. De hecho, para ellos, una metástasis no es más que la apariencia residual del conflicto superado. Parecerá una locura, pero movimientos considerados de riesgo sectario como la Nueva Medicina Germánica, la Bioneuroemoción o la Biodescodificación promueven este tipo de prácticas, acumulando víctimas a su paso y campando generalmente impunes.

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