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Salud

La salud de los españoles

España tiene un sistema sanitario líder en prestaciones, que se traduce en la esperanza de vida más alta de la Unión Europea

La salud de los españoles

La esperanza de vida calcula los años que le quedan por vivir a las personas de una edad y sexo determinados. El cálculo se hace con la experiencia de muertes acumuladas a ese año, en España la última es de 2015. Pero puede ocurrir que en los años venideros aparezcan o se recrudezcan enfermedades o se encuentren remedios eficaces para algunas muy mortales. Entonces esos años de vida calculados atrás no son válidos. Ocurrió con el sida o las muertes por accidentes hace años en población joven. Las proyecciones de años previos se vieron rotas por una realidad no prevista.

Debemos a la Metropolitan Life Insurance, preocupada por ajustar la prima de seguro de vida al riesgo de muerte, el diseño esperanza de vida. Entonces su objeto fue económico. Desde entonces se emplea como uno de los indicadores más completos del estado de salud.

Pues en España, como probablemente sepan ustedes, gozamos, desde esa perspectiva, de una excelente salud. De acuerdo con el Ministerio de Sanidad un niño que naciera en 2015 esperaría vivir 82,8 años y el que hubiera cumplido 65 le quedaban aún por vivir 21 años. Hace unos días una exministra de Sanidad dijo que había muchos pensionistas que cobraban más años de los que cotizaban. Pues a pesar de que la expectativa de vida ha crecido mucho, todavía los años de vida activa son bastantes más que los de pasiva. Otra cosa son las jubilaciones anticipadas, una anomalía que supongo se irá resolviendo.

Hay realidades que están ahí y que muchas veces no deseamos ver o entender. La esperanza de vida más alta de España en 2015 fue la de la Comunidad de Madrid: 84,4 años. Ello a pesar de que se ha denunciado el desmantelamiento y privatización del servicio de salud, de que el gasto en salud en 2010 fue el segundo más bajo de España, y del influjo de inmigrantes. O quizá por esto último, porque los migrantes suelen ser las persona más fuertes y sanas de su comunidad, aquellas que tienen arrestos para afrontar el desafío. Sea como fuere, la gran recesión y las políticas sanitarias que produjeron un teórico deterioro del sistema sanitario no parece que hayan afectado a la mortalidad en España. Porque entre 2005 y 2015 la esperanza de vida en hombres aumentó 3,1 años y 2,1 años en mujeres. Es bueno que haya ganado algo más la de los hombres, secularmente por detrás de la de las mujeres. Aunque aún en 2015 fue de 80 y 85,6, respectivamente. Diferencias que se atribuyen al estilo de vida.

Quiere esto decir que el sistema sanitario no influye o influye poco, como se decía en la década de 1970. Yo creo que no. Los análisis realizados en este siglo atribuyen al menos el 50% de las mejoras en la salud a las intervenciones sanitarias. Porque no hay duda de que la capacidad tecnológica se ha incrementado. A un coste brutal, por ahora asumible. No sé hasta cuándo.

Ganar años de vida es un buen objetivo, pero uno querría vivirlos sin limitaciones físicas o psíquicas. Pues la esperanza de vida saludable es sólo de 65,7 años en varones y 66,1 en mujeres. Obsérvese que esos casi 6 años más que viven las mujeres no son demasiado gozosos. Aún más, si en vez de por limitaciones lo ajustamos por cómo percibe su salud cada persona, de acuerdo con la Encuesta Nacional por Entrevista, la llamada esperanza de vida en buena salud, la cifra desciende a 62,0 años en varones y 59,6 en mujeres.

Podría pensarse que estamos avanzando hacia una sociedad doliente, que la medicina está sosteniendo vidas que se viven con dificultad. No es así. Entre 2007 y 2015 hemos ganado 5,5 años de buena salud. Avanzamos también en infundir vida a los años.

Decía en una entrevista el portavoz del partido gubernamental que tenemos la mejor protección social de Europa: la mejor sanidad y el mejor apoyo a la dependencia. No dijo que tenemos uno de los servicios sociales menos desarrollados de la Europa de los 20. En cuanto a la sanidad, nadie duda de que es buena, aunque mejorable. Las críticas más notables son las listas de espera y los escasos derechos de los pacientes. Sin embargo, en cuanto a prestaciones, estamos en los puestos de cabeza. Cómo se traduce esto en la mortalidad. Pues España, en 2015, tiene la esperanza de vida más alta de la Comunidad Europea, 2,2 años más que la media. Un primer puesto que le hemos arrebatado a Francia.

Estamos saliendo de la crisis. Oxfam denuncia que los más pudientes salen robustecidos mientras los menesterosos se hunden más en la miseria. España es uno de los países donde la desigualdad se ha acentuado más. Cómo, a pesar de todo, la salud mejora. Es posible que el sistema sanitario sea un factor, como lo pueden ser las familias.

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