La pasión de José María Fernández Díaz-Formentí (Gijón, 1963) por los bosques se hace evidente con solo repasar su bibliografía, pues cinco de sus ocho libros sobre la naturaleza de Asturias están dedicados a esta temática, dos de ellos con un mismo nombre propio: Muniellos, la gran joya forestal de la región y su paraíso particular. Su cámara ha tomado miles de imágenes de los paisajes arbolados y ha deconstruido todos y cada uno de sus elementos biológicos: árboles, arbustos, hierbas, hongos, líquenes, fauna... tanto en planos generales como de detalle. El resultado es un archivo exhaustivo. Además, Díaz-Formentí se conduce como un naturalista perspicaz, inquisitivo, sensible, de modo que el álbum fotográfico se acompaña de textos claros, rigurosos y asequibles que revelan un profundo conocimiento del motivo retratado, en este caso de lo que es un bosque, cómo funciona y cómo han evolucionado su composición y su fisonomía a lo largo del tiempo. "Los árboles y arbustos son la base de la riqueza natural de nuestros montes; son seres hermosos y nobles, sustento de vida, paisaje esencial, casi alma viva de Asturias", enfatiza el autor.
La guía "Árboles y arbustos naturales de Asturias", publicada en 2004, fue uno de los grandes éxitos de José María Fernández Díaz-Formentí, por su formato, su orientación práctica, como guía de identificación, y su riqueza de contenido, tanto descriptivo como interpretativo. Agotada hace años, vuelve a ver la luz, actualizada, ampliada y renovada en una parte sustancial de su matetrial fotográfico (892 imágenes), de la mano de la editorial Luna de Abajo. La novedad más notable de esta segunda edición se refiere a la incorporación de cinco especies raras que se han descubierto en Asturias después de la publicación de la primera versión (loro, mirto, olmo temblón, mirto de Brabante y espino cerval) y que elevan la nómina de plantas leñosas de porte alto a 77 especies. "No se trata de una guía de identificación de árboles al uso, aunque también lo es", explica el autor. "Ofrece una visión naturalista de los árboles y los bosques -los capítulos de introducción incluyen una descripción del paisaje forestal de Asturias y de su evolución histórica-; presenta el árbol integrado en su medio, en su contexto, y cuenta cosas como qué animales se lo comen o qué usos tradicionales se le han dado a la madera", detalla.
El fin primordial del libro, concluye Formentí, es dar a conocer los árboles y arbustos de Asturias a un "público amplio" para que se valore la importancia que estos seres vivos tienen en la naturaleza de Asturias, el papel de cada uno en el paisaje y en la ecología, a menudo despreciado, "resultando un territorio con amplias áreas deforestadas en lo que antiguamente era una gran selva caducifolia". Aunque "no todo se perdió, pese a los individuos que conservan mentalidades del siglo XII y siguen incendiando el monte. Todavía disponemos de extensos bosques de alta calidad ambiental, admirados por los visitantes de otras regiones y países en los que se echa en falta el bosque perdido".