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El próximo Messi jugará a la Play

Los eSports, o deportes electrónicos, tienen ya una audiencia global cifrada en 385 millones de personas y sus estrellas comienzan a cobrar sueldos de seis cifras por competir en las distintas ligas profesionales

Diego Fernández Pesquera. JUAN PLAZA

En 1972, 24 estudiantes de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, midieron su habilidad al "Space War", el primer videojuego de la historia. El premio para el ganador fue una suscripción a la revista "Rolling Stone". Más de cuatro décadas después, los torneos de videojuegos son un sector pujante. En 2017 los llamados eSports, o deportes electrónicos, facturaron 696 millones de dólares (566 millones de euros) en todo el mundo. En España desde 2011 las competiciones están organizadas en su propio torneo: la Liga de Videojuegos Profesional (LVP). A ella aspiran a llegar varios asturianos en dos de los tres títulos que componen la competición: "League of Legend" y "Clash Royale". Paralelamente, el juego de fútbol "FIFA" goza de una gran implantación en Asturias. Sin ir más lejos, el Sporting de Gijón tiene su propia sección de videojuegos.

"League of Legend" (Lol) es uno de los tres videojuegos de la LVP. Consiste en dos equipos que pugnan por invadir la base del rival. Cada jugador maneja a un héroe con sus habilidades y debilidades. Es sin duda la joya de la corona de los eSports por audiencia. La última final de los "Worlds", algo así como la Copa del Mundo, fue seguida por 75 millones de personas (en 2017 la audiencia total de todos los eSports está cifrada en 385 millones). El potencial económico está fuera de toda duda. El surcoreano Lee Sang Hyeok, más conocido como "Faker", es, a sus 23 años, el primer jugador en alcanzar un sueldo de un millón de dólares.

Javi López, tres años más joven que Hyeok, estudia en Mieres, en la Escuela Politécnica. Es jugador de Lol desde hace varios años y ahora se desempeña como director deportivo en el equipo semiprofesional "The Wild". "Me dedico a analizar al resto de jugadores. Ver a gente joven que va despuntando para intentar ficharlos. Se da la paradoja de que algunos son menores de edad. Los abogados del equipo tienen que mediar con los padres para que puedan firmar un contrato", explica. López cobra por jugar a videojuegos alrededor de 600 euros al mes. "Más los viajes a gastos pagados, normalmente a Madrid o Barcelona para competir, que pueden ser 2.000 euros", añade. "Lo cierto es que los eSports han pegado un boom tremendo. Hace unos años, a mi nivel nadie veía un duro. Ahora, en niveles más altos te encuentras gente a la que los clubes españoles nacionalizan para poder competir en la LVP", puntualiza.

La Liga de Videojuegos Profesional arrancó en el año 2011. La Primera División en España se llama Super Liga Orange y es toda una referencia en Europa. Su evolución ha sido explosiva. En la primera Gamergy, la final por el título, acudieron in situ 400 personas. En la última edición fueron 40.000 espectadores. El doble que el derbi asturiano: Oviedo y Sporting congregaron en el Carlos Tartiere a 25.996 espectadores. Tal ha sido su expansión en menos de una década que Mediapro gestiona sus derechos, tras una inversión de 4,6 millones de euros para dominar un pastel de 17 millones de espectadores en 2017.

Parte de ese éxito se fundamenta en los juegos que la componen. En la escena profesional ha irrumpido con fuerza un juego de estrategia de cartas para teléfonos móviles llamado "Clash Royale". Jairo es de Bimenes, tiene 30 años y fue entrenador de fútbol en el Gijón Industrial, entre otros equipos asturianos. Ahora es mánager en "Efficiency", una escuadra amateur del título de naipes. "Solemos entrenar una hora todos los días entre semana y destinar los fines de semana a competir. Es un juego muy cambiante, no es sólo jugar, hay que tener un dominio pormenorizado de lo que hace cada carta", enuncia. "Es una locura porque puedes estar jugando un torneo con un premio de 1.000 euros en la parada del autobús", indica. Al igual que pasa con Javi López, su andadura por los eSports es tan seria que es cliente de "Algon Games", la primera agencia española de representación de jugadores profesionales de videojuegos, con sede en Madrid.

El videojuego de fútbol FIFA formó parte de la LVP en su primer año. Poco a poco fue perdiendo relevancia y hoy está fuera de la Super Liga Orange. Sin embargo, por impacto sigue siendo una referencia europea. En Holanda, la Eredivisie (lo que en España es la LFP) ha creado su propia copia digital llamada E-Divise, con los 18 equipos de Primera División. En Alemania, el Schalke 04 tiene escuadra de eSports. Y en Francia, el PSG entró como una elefante en una cacharrería en el mercado, con una presentación a cargo del mismísimo jeque propietario del club, Nasser Al-Khelaïfi.

En España, la selección despunta en PC, siendo la actual campeona del mundo. En Play Station 4 competirá este verano en la Eurocopa. Y en la escena de clubes, hay varias ligas interesantes. La más conocida la organiza la Virtual Football Organization (VFO), que regenta el modo 11 contra 11, en el que hay hasta ocho categorías. En esta modalidad cada jugador desarrolla su alter ego futbolístico y en función de su rendimiento cotiza más alto o más bajo en el mercado. Varios clubes de la Liga Santander, como el Valencia o el Villarreal, tienen equipo en Primera División. En Asturias, el Sporting de Gijón descendió la pasada temporada a Segunda. El Avilés desapareció en Cuarta División a finales de la temporada 2016-2017. Y en las ligas más bajas Llanera y Langreo tienen su propio destacamento.

Félix Sánchez es, desde hace cuatro meses, el capitán del Sporting de Gijón. A sus 29 años, compagina su afición al FIFA con su ocupación profesional en la hostelería. Su labor es la de rearmar un equipo que acaba de perder la categoría y que aspira a volver a subir a Primera División. "Actualmente tenemos 15 jugadores de Gijón, Avilés y Mieres, pero también hay gente de Madrid, Barcelona y Sevilla", recuenta. "Entrenamos de lunes a jueves, todos los días de diez de la noche a doce y media de la mañana", detalla sobre la preparación de la escuadra rojiblanca. "La próxima temporada empieza en abril. Tenemos que subir sí o sí".

Sánchez no percibe ninguna remuneración por representar al Sporting, "más allá de que nos den camisetas", añade. "Yo soy feliz por poder representar al equipo de mi tierra", asegura. El gijonés llegó para revelar a Diego Fernández Pesquera, de 24 años, que actualmente se desempeña en las filas del Villarreal como centrocampista defensivo. "El nivel no es que sea más alto pero el trato en el equipo castellonense es más cercano", apunta Pesquera. No obstante, allí va a coincidir con varios jugadores que representarán a España en la Eurocopa. "Van el portero y dos extremos", comenta. Aun así, se muestra crítico con la gestión de la Liga: "La competición últimamente no se está llevando bien, pero el FIFA tiene mucho futuro en los eSports".

En Avilés también hay un buen destacamento de representantes en el fútbol virtual. Íñigo de Julián, de 22 años y estudiante de Contabilidad en la Universidad de Oviedo, y Pelayo García, de 23 años y alumno de Telecomunicaciones, fueron parte de la plantilla del Real Avilés hasta que desapareció su sección de eSports. Recientemente salieron de las filas del Lorca, al igual que pasó con Pesquera, por "ciertas promesas incumplidas". Aunque tampoco cobran nada por jugar, su dedicación es seria, tanto que hasta elaboraron un código de regimiento interno para el club. "Si se incumplía poníamos sanciones sin jugar", detallan. De Julián hacía las veces de entrenador, tanto en el Avilés como en Lorca. "No es muy diferente de ser un mánager de fútbol. Al final, ves partidos de otros equipos para encontrar jugadores que se asemejen a la estrategia que tú quieres seguir. Hay que tener en cuenta muchas cosas, porque no hay un jugador igual en todo el juego. Y como en el fútbol normal, la dinámica que coja el equipo influye mucho. Por ejemplo, en nuestra primera temporada empezamos muy mal y al final casi nos colamos en el play-off para subir a Tercera División", comenta.

Los jugadores de FIFA son los que más claro tienen que su labor no dista demasiado de la otros "deportistas". Ésa es precisamente una de las cuestiones más polémicas del sector. ¿Son realmente los videojuegos un deporte? El Comité Olímpico Internacional (COI), durante la celebración de la sexta cumbre olímpica el pasado mes de octubre, ya consideró a los eSports como "actividad deportiva" y abrió la puerta a que fueran deporte olímpico. "Están mostrando un fuerte crecimiento, especialmente dentro de la demografía juvenil en diferentes países, y pueden proporcionar una plataforma para el compromiso con el Movimiento Olímpico", detallaba el comunicado del COI en el evento.

En España no sólo existe la LVP: también hay otras competiciones fuera del paraguas de Mediapro. En el plano organizativo, los clubes empiezan a estrechar lazos. La Asociación Española de Clubes de Videojuegos (ACE), impulsada en febrero de este año por el asturiano Iván F. Lobo, es la primera patronal de entidades competitivas de videojuegos. Queda por ver cuál es el desarrollo que se le da a un sector cada vez más gigante y pujante. Cabe recordar que en nuestro país desde 2009 el Gobierno del PSOE, con apoyo del PP, consideró los videojuegos como cultura. Se puede teorizar, incluso apostar, a si en unos años el derbi asturiano se jugará con un mando. En cualquier caso, hay una realidad innegable: los videojuegos ya nunca más serán aquello de matar marcianos en la maquinita.

Asturias no sólo aporta jugadores a las canchas virtuales de FIFA 18: las cabinas de comentaristas también tienen presencia de paisanos del Principado. Son Martín del Río, exfutbolista de la cantera del Sporting y nacido en Ribadesella, y Juanma Viera, argentino residente también en Ribadesella. Los dos son "casters", nombre que recibe la figura del profesional que narra las competiciones de videojuegos en directo.

Este fin de semana han participado en Madrid en la presentación de la segunda camiseta de la selección española para el Mundial de Rusia, en un evento organizado en la tienda de Adidas de Gran Vía. Los dos riosellanos son los Manolo Lama y Paco González de la competición. "Nos compenetramos muy bien. Para narrar un partido de FIFA hacen falta dos personas. El ritmo es altísimo. Al final, el juego lo que hace es condensar noventa minutos de fútbol en quince", explican ambos desde la capital de España.

Del Río fue futbolista profesional. Tras su paso por la cantera rojiblanca fue un trotamundos del fútbol regional. Ribadesella, Urraca y Astur, donde formó parte del once ideal de la temporada 2007/2008, completan su currículum. Mientras tanto, Viera estudió en Ciudad de la Plata, en Argentina, la carrera de Periodismo Deportivo. Allí llegó a narrar en la radio encuentros de Primera División. Sin embargo, ve más futuro en el sector de los eSports. "Lo dejé todo para dedicarme a esto. Al final en el fútbol real sólo iba a ser uno más. Aquí hay un hueco enorme por explotar".

Entre los dos se complementan a las mil maravillas porque su actividad es frenética. Una semana normal pueden llegar a retransmitir cerca de quince partidos, normalmente tres por día más cuatro o cinco de Copa. "Son partidos cortos, pero la adrenalina es enorme. Todo pasa muy rápido, los equipos están todo el tiempo atacando. Por ejemplo, en fútbol, después de un disparo fuera, el portero tarda casi un minuto en volver a sacar. Mientras, en un partido de FIFA, ese minuto es lo que dura el descanso entre parte y parte", explica Del Río.

Aunque por el momento no pueden vivir de ello, los dos confiesan que su sueño es dedicarse al cien por cien a ser comentaristas del juego de fútbol. "Estamos en la Virtual Football Organization. Llevamos cerca de un año y aunque ya cobramos por nuestro trabajo, aún queda para poder decir que somos profesionales. Eso sí, el comienzo ha sido inmejorable", zanjan los dos comentaristas.

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