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"Conceptraciones" 1 imagen + 1 palabra = concepto

Goyo Rodríguez trabaja en Candás la poesía visual con la actualidad en un ejercicio mental que le saca del mundo de la ilustración de cuentos infantiles y de textos escolares

"Conceptraciones" 1 imagen + 1 palabra = concepto

El interior de la cabeza del ilustrador y diseñador gráfico Goyo Rodríguez es un lugar amplio y abovedado que por los ojos tiene vistas al mar, algo que agradece este castellano nacido en Burgos en 1975, que se mudó a Candás hace 8 años.

En ese espacio amplio y abovedado está su gran estudio, donde estos días trabaja como un temporero ilustrando los libros de texto de Anaya y S. M. que estudiarán los escolares el próximo curso. Está en plena campaña. Goyo Rodríguez se encuentra cómodo dentro de su cabeza y eso que estos días ha tenido que dejar de hacer la gimnasia matutina de sus "conceptraciones", las ilustraciones de las que tratan estas dos páginas.

Madruga mucho y antes de ponerse a dibujar los mundos de los cuentos infantiles dedica una hora a la actualidad telediaria, selecciona el asunto que más le interesa, lo extrae cuidadosamente, lo decapa con parsimonia y lo que queda lo relaciona con un componente extraño, encuentra el único elemento que tienen en común y ensambla todo en una imagen. De ahí esa conceptuación y esa concentración que ha concentrado y conceptuado en sus "conceptraciones".

Además del ejercicio que le mantiene "la mens sana in mens sana", las "conceptraciones" son conceptismo visual.

Volvamos a los libros de texto que estudiamos cuando él todavía no había nacido ni a la ilustración ni a la vida. "El conceptismo es una corriente de la literatura, con especial curso en la lírica cancioneril del siglo XV y el Barroco del siglo XVII en España, que se funda en una asociación ingeniosa entre palabras e ideas denominadas 'concepto' o 'agudeza'".

Quitemos literario y pongamos gráfico, lleguemos al siglo XXI y disfrutemos de las asociaciones ingeniosas entre imágenes e ideas denominadas "conceptraciones".

Mantengamos el principio de Baltasar Gracián de "lo bueno, si breve, dos veces bueno" y llegaremos a estas ilustraciones de Goyo Rodríguez peladas de adorno barroco. Más escolaridad: "El conceptismo se caracteriza por buscar una concisión exacta en la expresión que concentre el máximo significado en las menores palabras posibles, de manera tal que incluso se concentren varios sentidos, aunque con pertinencia al tema o caso que se trate. De este modo se crea una frecuente polisemia (varios significados de una sola palabra) casi siempre con la intención cortesana de presumir de ingenio para suscitar la admiración o aprobación de un auditorio exigente o culto, o para justificar o mantener el mecenazgo de algún noble".

Esto último no está en las intenciones del ilustrador, aunque sí suscite la admiración o aprobación de un auditorio al que se le exige. Si no encuentra la solución del primer vistazo, deténgase un poco -porque está a la vista- y disfrute del resplandor del hallazgo.

Para seguir con el referente literario, difícil de despegar, porque tiene un prestigio de siglos y de oro, es normal que al género se le llame poesía visual y desde ella han reclutado a Goyo para una exposición en Baeza (Jaén) de unos haikus. Los haikus son más concentración aún porque a la concentración que tiene la poesía se la somete a una métrica y una temática que son como un "shibari", bondage japonés, donde se encuentra el placer lírico en la atadura de tersas limitaciones. Estos haikus son de Miguel Agudo y los han ilustrado también Elena Ayuso, Edu Barbero, Curro Fuentes, Victoria Orozco, Wenceslao Robles y José Rubio Malagón. Pasarán de la pared al libro, del marco a la página. Además, prepara una exposición con las imágenes que hizo para "El domador de versos", el disco de "Losone" -un grupo musical inclasificable de Turón-, uniendo nuevas tecnologías y música en directo.

Goyo Rodríguez se instaló en Asturias con el nuevo siglo, con socios y estudio gráfico en Gijón. Allí conoció a su mujer, que tenía familia en Candás, y en Carreño nació su hija, que tiene cuatro años y medio. Se comunica con sus editores por internet. Cada vez tiene más trabajo.

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