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"La venta del salmón en el Sella quitó fame a muchas familias"

Pepón el Barqueru, en el pozo Lladuengu, a la salida de Arriondas. CRISTINA CORTE

El mejor río salmonero de España es el Sella. Lo dice el parragués José Luis Gutiérrez Soto, "Pepón, el Barqueru", que conoce cada palmo de la ribera como pescador (sacó el campanu en dos ocasiones) y como piragüista (ganó el Descenso del Sella en 1968 en compañía de José Manuel Feliz, actual presidente del comité que organiza la prueba). Por eso lamenta que no se otorgue más importancia a este recurso natural que "en los años setenta quitó mucha 'fame' a muchas familias". Y es que, según cuenta, no pocos se pagaron la casa y sacaron a los hijos adelante con el dinero extra que proporcionaba la venta de salmones.

"Pepón"cogió la caña con diez años y a los once echó a tierra primer salmón en El Pozu'l Arcu. Aprendió de su padre la técnica, que con mimo transmitió a sus hijos José Luis y Tino y a su nieto José Gutiérrez, quien con sólo doce años da muestras de destreza con la caña. Siempre que su trabajo en el arenero de Fuentes (Parres) se lo permitía, escapaba al río a echar una varada.

Cuando sacó su primer campanu en el pozo La Cobeña (Fuentes-Parres), allá por 1978, el restaurante La Gruta de Oviedo llegó a pagar 112.000 pesetas por él (unos 673 euros). Casi nada. Eran tiempos en los que estos peces abundaban en el Sella, no había un cupo limitado a cuatro ejemplares y su consumo no estaba vedado en los menús de los negocios de la región. Un pasado mejor. "Venía mucha gente de fuera, de Madrid y por ahí, que cogían tres o cuatro cotos y pasaban una temporaduca por aquí haciendo gasto en la zona pero eso ya se acabó. Por ejemplo ahora los lunes y jueves no se puede pescar salmón", cuenta. Lo dice sin resquemor, consciente de que la conservación de la especie es lo primero.

Achaca la falta de género a dos factores: un hongo que casi provocó la extinción de los salmones y a los cormoranes, aves que según sus cálculos se cobran al día en la zona unos trescientos peces. Para conservar al rey del Sella y, al tiempo, poder explotarlo, "Pepón el Barqueru" aboga por ampliar las repoblaciones que sociedades de pescadores como "El Esmerillón", de la que forma parte, efectúan en coordinación con la Consejería. "Si echas al río un millón de alevines a los tres o cuatro años hacia un 10 por ciento vuelve", apunta.

Otra de sus batallas es la de que no abran a la pesca de trucha primero los afluentes del Sella "porque se acaba con las truchas pequeñas". Gutiérrez, natural de Fuentes, ya tiene preparada la caña para el 15 de abril, fecha en que volverá a intentar capturar el campanu. "Si sale lo subastaré junto al puente romano, no en Cornellana" aclara, contento por la repercusión que el evento genera en los medios.

Sus 76 años no son impedimento para que el próximo 4 de agosto, fecha en que se celebra la Fiesta de Les Piragües, reme desde Arriondas hasta Ribadesella en compañía de Feliz para conmemorar el 50.º aniversario de su victoria en el Sella. "Este río lo es todo para mí", concluye emocionado.

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