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Asturias, fábrica de ejecutivos de multinacionales

Los directivos de la región escalan puestos en las grandes compañías

Asturias, fábrica de ejecutivos de multinacionales

Los ejecutivos asturianos cotizan al alza. Dos ejemplos. El ovetense Marcelino Fernández Verdes, consejero delegado de ACS y de su filial Hochtief, es el mejor pagado de las empresas del Ibex-35. El recientemente nombrado presidente de Abertis recibió el pasado año una retribución de 20,46 millones de euros. Y la también asturiana María Garaña protagonizó uno de los fichajes más sonados del último año en el sector de las tecnologías de la información, al dejar la vicepresidencia de Microsoft para Europa, Oriente Medio y África, y ocuparse de la dirección general de soluciones empresariales del gigante Google en la misma área. No obstante, Garaña se formó y desarrolló su carrera fuera de Asturias y, a ese nivel, la vinculación de Fernández Verdes con la región se rompió cuando dejó el colegio de los Dominicos de Oviedo para estudiar ingeniería de Caminos en Santander. Otros altos ejecutivos asturianos, como la directora de Facebook España, la ovetense Irene Cano; el presidente de la multinacional de los ascensores Otis en Europa y Oriente Próximo, el riosellano Bernardo Fernández Calleja, o la consejera delegada del grupo energético Engie (antigua Suez) en España, la ovetense Loreto Ordóñez, sí pasaron por las aulas de la Universidad de Oviedo. Cano estudió en la Facultad de Economía y Empresa de Oviedo; Fernández Calleja, en la Escuela Politécnica de Gijón, y Ordóñez, en la Escuela de Minas de Oviedo. A partir de ahí las carreras profesionales los alejaron de Asturias y a los altos cargos llegaron tras una intensa experiencia laboral fuera del Principado. ¿Para llegar a la cúpula de las grandes empresas multinacionales hay que salir de Asturias? Ya no.

En lo que va de año se han sucedido los nombramientos de directivos asturianos en empresas multinacionales y en casi todos los casos son profesionales que se formaron en Asturias y que además desarrollaron el grueso de su carrera dentro de empresas en la región. Es un punto de inflexión. Asturias ya fabrica directivos con proyección internacional, no sólo exporta potenciales talentos.

El mierense Gonzalo Álvarez Ríos y el gijonés Ignacio Vigil Álvarez se acaban de colocar al frente del negocio mundial de fibra de nomex de Du Pont, con el primero dirigiendo la factoría estadounidense de Richmond, y el segundo, la del Valle de Tamón, que a su vez pertenece a Du Pont Ibérica, presidida desde agosto de 2016 por la ingeniera química langreana Ángela Santianes Arbesú. El asturiano Miguel Ángel Prado Balboa ha sido designado nuevo responsable de EDP Renováveis en Estados Unidos. La carreñense Nuria Menéndez Martínez, directora general de la compañía Orovalle, que explota las minas de oro de El Valle-Boinás y Carlés, ha asumido también el cargo de directora financiera de la multinacional canadiense Orvana, matriz de Orovalle. El gijonés Ignacio Medina Álvarez es el nuevo presidente del consejo de administración de Thyssenkrupp Airport Solutions en España, nacida de la fusión de las divisiones Airport Systems y Airport Services, y compagina el cargo con el de director financiero de esa división a nivel global. En la misma multinacional, el también gijonés Íñigo Landa Mayor ha sido nombrado presidente del consejo de administración y director general de Thyssenkrupp Norte, cargo que compagina con el de director de ventas globales de la división de escaleras mecánicas de la multinacional. Y el gijonés Nicolás de Abajo fue designado el pasado mes coordinador mundial de los centros de I+D+i de Arcelor-Mittal, compañía con dos complejos industriales en Asturias que están desde octubre de 2015 bajo la dirección del ingeniero de minas gijonés Oswaldo Suárez, consejero delegado del clúster Asturias, que a su vez tiene por encima al también ingeniero de minas gijonés José Manuel Arias, consejero delegado de la División de Negocio Suroeste de Arcelor-Mittal Europa. Todos esos nombramientos están, según sus protagonistas, relacionados con varios factores que les han permitido crecer desde Asturias.

El sustrato industrial

Nicolás de Abajo señaló, tras su nombramiento como coordinador mundial de los centros de I+D de Arcelor-Mittal, que quiere pensar que tras esa elección "hay un sedimento, muchas generaciones de personas que convirtieron a Asturias en el referente industrial que es hoy" y que "fruto de esa cultura fabril, hay mucho talento en las fábricas, una gran diversidad de conocimientos, una estructura formativa altamente competente y un entorno de trabajo muy motivador". En resumen, un "entorno favorable". Miguel Ángel Prado, que acaba de hacerse cargo del negocio de renovables en Estados Unidos de la multinacional energética portuguesa EDP, coincide con De Abajo en la importancia de ese sustrato industrial, pero también destaca el valor de un potente fertilizante. "Asturias ha sido históricamente un importante núcleo industrial y empresarial, y lo sigue siendo a día de hoy. En este contexto, la presencia de empresas multinacionales como EDP es una fuente de oportunidades para los jóvenes ejecutivos y un factor fundamental para la proyección internacional de profesionales asturianos, así como para la región", destaca.

El fertilizante de las multinacionales

En los últimos 30 años han desembarcado en la región multinacionales como Du Pont, Thyssenkrupp, Capgemini, DXC Technology, Orvana? Las que llevan más tiempo, como es el caso de Du Pont o Thyssenkrupp, inicialmente situaron al frente de las plantas asturianas a directivos extranjeros de la casa, pero con los años han ido confiando en el personal de la región (que ya tienen las riendas de todas esas fábricas) y desde esas factorías muchos han dado al salto a responsabilidades globales dentro de las multinacionales. Al mismo tiempo, grandes empresas asturianas como Hidroeléctrica del Cantábrico, Ensidesa, Inespal o Asturiana de Zinc han acabado integradas en grandes grupos multinacionales (EDP, Arcelor-Mittal, Alcoa y Glencore, respectivamente) que han abierto a los directivos asturianos las puertas del campo internacional. Es "la fuente de oportunidades" que destacaba Prado.

El abono de la internacionalización

"Es muy positivo para Asturias recibir proyectos de multinacionales, pero también que empresas de la región salgan al exterior, como está ocurriendo", reflexiona Nuria Menéndez, que a su cargo de directora general de Orovalle acaba de sumar el de directora financiera de la multinacional canadiense Orvana. "Es bueno desde el punto de vista de la contribución económica de esos proyectos y para el desarrollo de los profesionales de la región. Cuando tienes la oportunidad de trabajar en proyectos en diferentes países es muy enriquecedor porque te permite conocer distintos enfoques de trabajo, nueva tecnología, diferente legislación y, sobre todo, estar con compañeros de otros países y con otras culturas", añade Menéndez. Ella estudió Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Oviedo, pero sobre todo son los ingenieros los que están ocupando puestos relevantes de proyección internacional. "Asturias es un escenario perfecto para el futuro de los ingenieros que aspiren a cargos con una proyección internacional y no sólo empresas multinacionales como Thyssenkrupp ofrecen ese camino, existen multitud de ejemplos y así cabe destacar el gran trabajo que empresas asturianas como TSK están haciendo por el mundo a través de grandes contratos", señala Ignacio Medina, presidente del consejo de administración de Thyssenkrupp Airport Solutions en España. "Podría enumerar muchos ejemplos de colegas asturianos con una trayectoria de éxito, lo que indica el buen trabajo que las empresas de esta región están realizando en distintas partes del mundo. Ahí están muchos ingenieros provenientes de la Escuela Politécnica de Gijón junto a otros profesionales de otras especialidades de la Universidad de Oviedo, que forman los equipos humanos que están consiguiendo esos éxitos y referencias para Asturias", añade Medina

El tallo de la formación

Los nuevos ejecutivos asturianos coinciden en que el nivel de formación que se obtiene en la Universidad de Oviedo es alto, que proporciona un tallo lo suficientemente robusto para crecer con vigor en el campo de la empresa. "El nivel técnico de la formación de la Universidad de Oviedo es muy bueno y los profesionales de Asturias, en general, intentamos continuar formándonos a lo largo de nuestra carrera", apunta Nuria Menéndez. Todos los nuevos directivos han sumado a la titulación de la Universidad de Oviedo másteres y posgrados en materias como gestión de recursos humanos, finanzas o dirección.

Otras capacidades para flore cer

Una buena formación es requisito indispensable, pero no suficiente para ganar altura y brotar con éxito en una gran compañía. Se necesitan más atributos. Además, cuando el terreno no tiene fronteras, cuando la competencia es a nivel global, entra en juego cómo se ve a los asturianos desde fuera. "La reputación de los profesionales asturianos es muy buena tanto en capacidades técnicas como en liderazgo y capacidades sociales. Creo que de nosotros se valoran principalmente aspectos como la capacidad de trabajo, la ética y la responsabilidad", destaca desde Estados Unidos Miguel Ángel Prado. "Yo creo que la valoración que se hace fuera del directivo formado en Asturias es muy positiva, no sólo por el nivel de cualificación técnica, sino también por las habilidades interpersonales de gestión de equipos y de liderazgo de proyectos", añade Nuria Menéndez, con un pie en Asturias y otro en Canadá por sus responsabilidades laborales.

Un riego de optimismo. La directora financiera de Orvana afirma que el profesional asturiano debe quitarse complejos. "A veces somos nosotros los que nos subestimamos, tenemos nivel, pero dar el salto y asumir mayores riesgos depende de la propia iniciativa", asegura Nuria Menéndez, que añade que "desafortunadamente el conocimiento de idiomas sigue siendo un límite para muchos profesionales de la región y una asignatura pendiente de nuestro sistema educativo". "Desde luego, el ser asturiano no es un motivo por el cual las puertas del mundo laboral se abran automáticamente, pero tampoco lo contrario", afirma Miguel Ángel Prado, que añade que "lo importante es que los profesionales se formen, tengan una mentalidad abierta e innovadora y sepan apreciar la diversidad. Todo esto ayuda a las personas y empresas de nuestra región a crecer dentro y fuera". Como se dice en Asturias, a "espolletar".

LOS PROTAGONISTAS

Nuria Menéndez Martínez

Directora financiera de Orvana

Nacida en Tamón, en Carreño, en 1978, es licenciada en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Oviedo. Su primer contacto con el mundo empresarial fue en el sector energético. Con una beca de la Fundación Hidrocantábrico trabajó en la sede de la compañía eléctrica en Oviedo y en la térmica de Soto de Ribera. En 2001 se incorporó a la auditora Andersen, cuyo equipo en España luego se integró en Deloitte. Allí estuvo 13 años y llegó a ser la gerente de la oficina de Bilbao. Fue entonces cuando surgió la oportunidad de incorporarse a lo que hoy es Orovalle y que entonces era Kinbauri. En 2014 se incorporó al área financiera de la firma minera aurífera y en septiembre de 2016 asumió la dirección general. El mes pasado fue nombrada directora financiera de Orvana, la matriz de la multinacional canadiense.

Ángel Miguel Ángel Prado Balboa

Responsable de negocio de EDP Renováveis en EEUU

Tiene 42 años, es licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Oviedo y por la de Bradford (Reino Unido), y tiene un máster en Dirección de Empresas por el Instituto de la Empresa. Trabajó en el departamento corporativo financiero de la consultora Arthur Andersen Corporate hasta su incorporación hace 15 años en grupo EDP, en el que ha sido miembro del comité de inversión, responsable de la estrategia de rotación de activos y jefe de inversiones, fusiones y adquisiciones de la filial de renovables, EDP Renováveis. Recientemente fue nombrado responsable del negocio en EE UU de la compañía, cuarto productor de energía eólica del planeta y que tiene precisamente en Estados Unidos la mitad de su producción.

Ignacio Vigil Álvarez

Director de la planta de nomex Asturias

Gijonés, se licenció en Química Industrial en 1987. Inició su carrera laboral en Alcoa-Inespal, en la planta de alúmina de San Ciprián (Lugo), y en 1991 se incorporó a Du Pont como coordinador de equipo en el proyecto de expansión de nomex en Asturias. Trabajó en la planta de kevlar de la multinacional en Maydown (Irlanda del Norte) y en 1996 se incorporó al nuevo proyecto que trajo Du Pont a Asturias, la planta de sontara, de la que se hizo responsable en 2005, cargo en el que cesó cuando Du Pont vendió este negocio. En 2014 asumió el liderazgo global de Six Sigma (una metodología de mejora de procesos) para todo el negocio de soluciones de protección Du Pont y desde el mes pasado dirige la planta de nomex de Asturias, cargo que compagina con el de presidente del clúster de industrias químicas del Principado.

Ignacio Ignacio Medina Álvarez

Presidente del consejo de administración de Thyssenkrupp Airport Solutions en España

Este gijonés de 42 años es el nuevo presidente del consejo de administración de Thyssenkrupp Airport Solutions en España, nacida de la fusión de las divisiones Airport Systems y Airport Services y con la fábrica de pasarelas de acceso a aviones ("fingers") en Mieres. Además, compagina el cargo con el de director financiero de esa misma división a nivel global, que atiende a clientes en más de cuarenta países y es ya líder mundial de ese mercado. Ingeniero industrial por la Escuela Politécnica de Gijón, Medina es también máster en Comercio Exterior y MBA en Dirección Financiera y Control de Gestión. Acumula ya catorce años de experiencia en Thyssenkrupp y también trabajó, aunque sin salir de Asturias, en Ferrovial y Suzuki.

Gonzalo Álvarez Ríos

Director de la planta de nomex de Du Pont en Richmond (EEUU)

Este ingeniero de minas nacido en Mieres en 1960 lleva ya 26 años en Du Pont. Formó parte del equipo fundacional que participó en la construcción de la planta de nomex en Tamón, donde posteriormente desempeñó funciones relacionadas con la producción y las finanzas. En el año 2003 comenzó a trabajar en una planta agroquímica en Puerto Rico, desde la que pasó a la central de la multinacional en Wilmington, en Delaware (Estados Unidos). En el año 2010 regresó de nuevo a Asturias, otra vez al complejo de nomex, en esta ocasión en calidad de director, cargo que también ocupa desde el pasado mes en el complejo de Richmond, Virginia (Estados Unidos), que fue donde comenzó la fabricación del nomex hace medio siglo.

Nicolás de Abajo

Director de los centros de I+D de Arcelor-Mittal

Gijonés nacido en 1970, será a partir del 1 de julio el máximo responsable de los trece centros de I+D que Arcelor-Mittal tiene repartidos en siete países y que suman una plantilla de más de 1.500 personas. Ingeniero Industrial y MBA por la Fundación Universidad Empresa, se incorporó a la multinacional siderúrgica en 1997 y desde entonces ha desarrollado una dilatada trayectoria como investigador. En 2003 obtuvo el reconocimiento al Mérito Investigador Europeo y en los últimos años ha dirigido los centros de investigación y desarrollo de Arcelor-Mittal en Asturias y el País Vasco y ha sido el representante de la multinacional en la puesta en marcha del proyecto Manzana del Acero, un conglomerado de intereses científicos y empresariales en el que también está presente el Instituto Tecnológico de los Materiales de Asturias (ITMA).

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