Adaptarse o desaparecer

Ya lo decía Bob Dylan en aquella mítica canción, "los tiempos están cambiando", aunque algunos se resistan a aceptarlo. Covadonga, ese "destino en lo universal" al que hay que acudir si queremos presumir de asturianía, fue el escenario elegido por el arzobispo Sanz Montes para sacudir conciencias y acusarnos de mirar para otro lado ante la tragedia de los refugiados sirios, pero no sólo eso, ante un aforo de romeros, turistas, políticos y otros incrédulos arremetió contra el derecho de toda mujer a decidir cuándo y cómo quiere ser madre y, haciendo oídos sordos a las recientes declaraciones del Papa, dispuesto a perdonar a las que abortan, decide meterse en un jardín más integrista que florido para dejar claro que no va a hacer concesiones. Olvida que aquella mujer sometida al precepto del confesor desapareció con la mantilla, las misas de alba y las medias de costura. La Iglesia tendrá que decidir entre adaptarse o desaparecer, y el mensaje sirve también para algunos políticos que tragan con tanta impostura.

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