Monstruo sin control

Hago esto por el interés de la compañía, a pesar de que no he hecho nada malo", declaró Martin Winterkorn, consejero delegado del Grupo Volkswagen, tras anunciar su dimisión por el mayúsculo escándalo de la manipulación de los motores que engañaban sobre las emisiones de gases contaminantes en Estados Unidos. La historia no ha concluido. El escenario, ahora, son los países de la UE. Winterkorn aseguró que no conocía el manejo. Cobraba 17 millones de euros anuales y recibirá una pensión de casi 30. El fraude es un claro ejemplo de lo que ayer el Papa Francisco definió en la ONU como "irresponsable desgobierno" de la economía. Resulta difícil de explicar y de comprender cómo alguien con tamaña responsabilidad sobre una empresa mundial de prestigio se disculpe como un niño pillado en falta y se vaya con tal premio de consolación. Está claro que el poder financiero, tan codicioso como obsceno, es un monstruo sin control.

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