Dormir en el museo

¿Qué pasa cuando no pasa nada? Ésa es la reflexión que proponía el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) al público que, la pasada noche, aceptó su invitación de dormir en el museo. Una nueva experiencia, decían los ideólogos, para que quienes asistieran reflexionaran sobre las lógicas cotidianas que rigen la institución, tales como la administración, las actividades y la vigilancia. La idea, concebida por una plataforma de artistas escénicos, exigía que los asistentes llevaran sacos de dormir, esterillas y mantas. Ignoro los resultados de la acción, no me cabe duda de que habrá habido respuesta, pero no acabo de entender la pregunta que la motiva. ¿Acaso no pasa nada cuando un museo decide invitar al público a dormir en su espacio artístico? Puestos a jugar con el pensamiento, prefiero aquella frase del artista vanguardista francés Francis Picabia: "Hay que hacer algo, pero no pensar en hacer algo".

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