Maxi Rodríguez

Sumiller

Maxi Rodríguez

Historia en una botella

Bodegas Lopez de Heredia-Viña Tondonia S.A. es una de las bodegas centenarias y modélicas de la industria vinícola. Orgullosa de pasear la escasez de sus vinos por todo el mundo, ha tenido que lidiar con feroces críticas por haberse mantenido firme en el desarrollo de su trabajo, que es el mismo que implantó su fundador Rafael Lopez de Heredia, antepasado de los actuales propietarios. Bodega tachada de inmovilista por rehusar a la moda de los vinos ultramadurados y cargados de maderas, sigue apostando al igual que hace 125 años por los vinos de finca, finos y con largas crianzas en barrica.

Probablemente sus vinos más escasos como los gloriosos grandes reservas, tanto en blanco como tinto y rosado llegarán a alcanzar el apelativo de míticos. De hecho el rosado lleva tiempo desaparecido del mercado y sus fieles seguidores delinquirían por hacerse con una botella, pero la estricta norma de bodega de no sacar los vinos hasta que no estén como a ellos les gusta hará que aún haya que esperar algún tiempo para disfrutar de una nueva añada. Probablemente el Blanco Gran Reserva 1994 ya se haya convertido en mito y está agotadísimo a la espera de que su hermano de la añada 1996 salga al mercado en la próxima primavera.

En mi larga carrera hubo vinos con los que me relamí de gozo, pero un par de ellos de LDH no los olvidaré nunca: Viña Tondonia Gran Reserva 1973 y Viña Bosconia Gran Reserva 1981. Precisamente este último en su versión reserva es el que hoy les recomiendo. Quizás el vino con más carácter borgoña de la bodega, menos potencia y más finura que sus primos Viña Tondonia. Base de tempranillo con una mezcla de las variedades típicas de la Rioja provenientes todas ellas de la Finca El Bosque con una crianza de cinco años.

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