Creo que la mejor forma de comenzar el año es hacer mención de un vino solidario. Agustí Torelló hijo (AT Roca) se ha dado un golpe de pecho (Cop de cor) emocionándose y enamorándose de un blanco de macabeo cuyos beneficios destina íntegramente a la Fundación Vi per Vida, que se dedica a investigar el crecimiento y metástasis del cáncer, la gran lacra de los últimos tiempos.
Cop de Cor procede de una viña vieja de macabeo plantada a principios del siglo XX, en un enclave rodeado de bosque en un terreno arenoso de carácter calcáreo con aspecto marino y alta pedregosidad donde nunca antes se había plantado.
El origen de este primer Cop de Cor lo encontramos en un tinillo lleno de uva pisada una semana antes de la vendimia, expuesto en medio de la parcela y recubierto por una tela para que el mosto fermente con las levaduras autóctonas propias del entorno. Después, entrada la segunda semana de septiembre y bajo luna menguante para facilitar un ritmo de fermentación lento y pausado, se vendimian más de 2.000 kilos de uva que entran sin derrapar en la prensa, donde maceran y se prensan suavemente. Al día siguiente, desfangado el mosto, se siembra el pie de cuba del tinillo expuesto en la viña durante la semana anterior y fermenta a temperatura controlada en barricas de 300 litros de roble francés blanco.
Después de diversos battonage a la semana para poner las levaduras en suspensión y finalizada la fermentación, se realiza una crianza de 8 meses en barrica de roble francés de tostado ligero, cuidando cada movimiento teniendo en cuenta los ciclos lunares para que este primer Cop de Cor llegue a ser lo que es: un vino único.
Con nervio pero muy agradable, meloso, destaca una buena acidez y se muestra voluminoso y vigoroso. No obstante, es mucho más que palabras, es la demostración de que un vino puede ser elegante y fresco al mismo tiempo que complejo y goloso.
