Mirando hacia adelante

Los romanos dedicaban el 1 de enero a Jano, el dios "de las entradas, las puertas y los comienzos". La historia dice que Jano tenía dos caras, una miraba hacia adelante y otra hacia atrás. El nuevo año ha empezado, como tantos otros, con alegrías, tristezas y alguna que otra sorpresa. Entre las primeras, el hallazgo en buen estado del pequeño Jordi, tras permanecer 20 horas perdido en el bosque. Como trágico contrapunto, el suceso de Torrevieja, en el que un hombre mató, presuntamente, a su esposa y a la hija de ambos, de nueve meses, y posteriormente se suicidó. El nuevo rumbo de IU, al parecer propiciado por Alberto Garzón, estaría entre las novedades. Europa dijo adiós a 2015 con miedo a nuevos atentados yihadistas y Asturias, patria querida, deja atrás tierra quemada, todo un símbolo. Estaría bien entrar en el aún desconocido 2016 con un código ético que el filósofo Fernando Savater resume en tres virtudes: coraje para vivir, generosidad para convivir y prudencia para sobrevivir. Y mirando hacia adelante.

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