Ya vienen los Reyes...

"Ya vienen los Reyes por la Cabañina / vienen preguntando si hay mucha sardina". Así era cuando la ingenuidad lo hacía todo posible. En Cudillero, los Magos venían por mar como refiere la canción que, año tras año, sigue sonando en los hogares pixuetos. Aquellos Reyes, primero invisibles porque hasta los años sesenta no tuvieron representación, eran la pera, estaban tan imbuidos del espíritu marinero que sus regalos eran proporcionales al resultado de las capturas. Si había buena costera, la generosidad se hacía notar y al día siguiente niños cargados de todo tipo de cachivaches llenaban la calle. En cambio, cuando la invernada era dura utilizaban su sabiduría para convertir, tan sólo con un cambio de vestuario, en un nuevo regalo la misma muñeca que llevaba semanas desaparecida. El ingenio era el único recurso que abundaba en muchas casas y los Magos lo utilizaban para poner ilusión a aquellas mañanas frías de enero.

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