Belondrade está considerado como el gran vino de Rueda. Sin duda, fue el vino que marcó un antes y un después en la elaboración de vinos blancos de calidad en España. Didier Belondrade, un francés que se instaló en La Seca (Valladolid), fue el timonel que marcó las pautas de los nuevos parámetros enológicos, donde la fermentación y crianza en barrica de los vinos blancos obtuvieron un impulso vital para las modernas elaboraciones. Evidentemente, la selección de las mejores uvas y un cuidadoso trabajo en bodega hicieron el resto. Muchos fueron los que siguieron y aún siguen su ejemplo. Belondrade se considera año tras año como uno de los mejores blancos españoles. Fermenta en barricas de 300 litros y las 84.000 botellas que se elaboran, se crían durante diez meses en roble francés.
En Belondrade se busca la excelencia y para ello ha de sacrificar ciertos recursos, uvas y elaboraciones. Didier Belondrade siempre lo tuvo más que claro y para conseguir sus objetivos elabora un segundo vino que le sirve para utilizar todo aquello que no vale para el niño mimado. Así surge Quinta Apolonia, un verdejo cenicienta con marchamo de segundo vino que ya quisieran para si muchas bodegas, que fuera su primer espada.
Quinta Apolonia es un concepto muy francés de Burdeos, se elabora un segundo vino donde se parapeta todo aquello que no vale para el gran vino de la casa. Es un verdejo fermentado parcialmente en barrica y que sale al mercado unos siete meses después de la vendimia con marchamo de gran vino aunque se solapen sus cualidades. Con buen criterio está fuera de la denominación de origen Rueda y se defiende en una mesa como un buen vino blanco. Tiene un precio alto si lo comparan con la ridiculez de los precios de los "rueditas" que pululan por el mercado, pero es un precio lo suficientemente atractivo que te permite probar su seducción día a día.
