andres montes

Recuperar la mirada

La fotografía recupera su antigua naturaleza mágica entre quienes crecen en la prolífica simpleza de la imagen digital que tanto devalúa la mirada. Vuelven las cámaras de fotos instantáneas, las Polaroid, que dieron mucho juego en las primeras comuniones de los años 80 del siglo pasado. La novedad para una generación que descubre la importancia de mirar con atención son unos objetos con cierta cualidad de juguete, en el que para componer el retrato hay que volver a guiñar un ojo, encuadrar con cuidado, asegurar el enfoque. Y después de disparar, la foto se revela en la propia mano del usuario, una sensación insólita frente a la incorporeidad digital. En paralelo con el furor juvenil por esa nueva versión de viejas cámaras, el presidente de Sony anuncia una segunda vida para el carrete de fotos y los discos de vinilo, una aparente marcha atrás que agrieta el empeño industrial en llevar al rebaño tecnológico en una única dirección.

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