La disfunción eréctil, popularmente conocida como impotencia sexual masculina, es la incapacidad persistente para mantener una erección, suficientemente firme, para lograr una relación sexual satisfactoria. Creo que esto ya lo saben la mayoría de las personas que están leyendo estas líneas. También, lo que voy a decir a continuación. Las causas son orgánicas, en la mayoría de los casos, especialmente en edades avanzadas. Por su parte, en los más jóvenes (en los menores de 40 años), suelen deberse, por regla general, a factores psicológicos. Lo que ya no sé si habrán oído, es lo que voy a decirles a continuación: Un consumo determinado de pornografía, en jóvenes y adolescentes, puede ocasionar futuros problemas en la erección ¡Cómo lo oyen! Lo dicen algunos estudios, pero otros muestran discordancia. Bustamante, vicepresidente de la Asociación de especialistas de Sexología, dice que es el "uso compulsivo y exclusivo de pornografía, el que puede llegar a generar interferencias en la respuesta sexual, tanto dificultades para controlar la eyaculación como impotencia". Eduardo García, urólogo del Hospital Clínico de Barcelona, añade que llevar estilos de vida poco saludables, el abuso de sustancias, el estrés, la depresión y la desinformación, son los factores que, de manera más probable, se encuentran detrás de las disfunciones sexuales masculinas. Lo cierto es que la mayoría de los expertos están de acuerdo en que, el principal enemigo de la sexualidad masculina, es la asociación del sexo con un test que mide su virilidad que, según Bustamante "les pone delante de la posibilidad de coronarse como una especie de semidiós o caer a la categoría de desecho". Señores, señoritos, si tienen este problema, no se compliquen la vida. Afronten la situación y no añadan más ansiedad. No lo digo yo, lo dicen los expertos. De hecho, ver las relaciones como un examen o una forma de ser más o menos hombre, son ideas erróneas y preconcebidas que no hacen más que prolongar el problema. El dr. García se sorprende de "la cantidad de errores y prejuicios que tienen los jóvenes sobre la sexualidad; muchos no tienen un referente real que les cuente de verdad que es la sexualidad y como son las relaciones sexuales".
La verdad es que resulta curioso que en los tiempos actuales no tengamos mejor educación sexual. Ahora bien, en lo que se reafirman los expertos, es que la pornografía parece que no ayuda en la aceptación de una sexualidad normalizada.
