Maxi Rodríguez

Contrarrevolución

Si a principios de 2016 nos desperezábamos con la salida de la Artadi de la denominación de origen Rioja para seguir avanzando en solitario, hoy les sugiero una bodega que navega a contracorriente. Un vino riojano de nuevo cuño que camina junto a otros compañeros de viaje bajo la estela de Rioja'n' Roll. Una formación en la que conviven jóvenes y preparados riojanos con filosofías reivindicativas de origen y terruño.

Rioja'n' Roll la componen gente y bodegas como Roberto Oliván de Tentenublo, Arturo y Kike de Artuke, Bárbara Palacios de Barbarot, Oliviere Riviere, Óscar Alegre, Tom Puyaubert de Exopto o Sandra Bravo de Sierra de Toloño, entre otros. Ellos defienden con toda la fuerza que imprime una sola voz, la alternativa del terruño y de las pequeñas producciones, en la que se mueven como peces en el agua, como contrapartida a la burocracia y rigidez del consejo regulador de la denominación de origen, que marca las pautas al son que más le gusta a las grandes corporaciones o a los grupos bodegueros más potentes de La Rioja.

Sandra Bravo es una chiquita jovencísima que lleva las riendas de Sierra de Toloño basada en una gran experiencia adquirida en bodegas de Italia, Burdeos, California, Nueva Zelanda o Priorato. A sus treinta años se empecinó en elaborar vinos auténticos que provienen de viejas viñas de vaso plantadas a más de 650 metros de altitud, donde los frutos maman frescura y salud, y que ella como enóloga responsable los moldea para parir excitantes vinos de carácter. Ello lo consigue con novedosas viejas fórmulas que cada día están más presentes entre una buena parte de jóvenes enólogos españoles, como por ejemplo la maduración del vino en grandes ánforas de cerámica complementada con un ligero paso de seis meses por barrica.

Cuando caté sus tres vinos, este fue el que más me impactó por elegancia, suavidad y amabilidad. Un vino que se traduce como una fuente de inspiración para todos aquellos que amamos el placer del vino día a día.

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