Maxi Rodríguez

Sumiller

Maxi Rodríguez

ADN asturiano

El primer Dominio del Urogallo Cadario que bebí me dio la sensación de estar probando algo no autóctono. Creo que fue una añada 2011. Estaba acostumbrado a las acideces extremas y estructuras rústicas de los vinos de Cangas del Narcea, creo que por esta razón no encontré el carácter atlántico y el encanto que me transmitían los vinos asturianos. En una cata ciega hubiera perdido de todas todas, hubiera situado Cadario en otro lugar diferente a la cornisa cantábrica. Por aquel entonces, el terciopelo y la elegancia de su bouquet me despistaron por completo. La siguiente vez que lo caté fue junto a un comprador de vinos neoyorquino y tuvimos mala suerte, Cadario salió con un corchazo de aquí te espero, suele pasar hasta en las mejores cunas. No ocurrió lo mismo con el resto de los vinos de la bodega, el yanqui se marchó glosando las excelencias de La Fanfarria, Pésico, Retortoiro y Zorrina. Me consta que se llevó una buena partida de estos vinos para colocar en restaurantes de postín de la Gran Manzana.

Últimamente estoy probando copas de diferentes botellas de la añada 2012 y todas siguen una regularidad pasmosa, muy similar a aquel primer Cadario que tanto me sorprendió. La diferencia, es que ahora ya no tengo problema en situar el vino dentro de nuestra región, porque indudablemente tiene todos los matices elegantes que transmite la verdejo negro. Esta variedad junto a la albarín tinto son dos castas que pueden pasearse por doquier y sin rubor. La carrasquín nos marca especímenes más rústicos pero gloriosos, quizás la variedad más fácil de definir dentro de nuestra viticultura.

Cadario 2012, complementado con parte de mencía, está dando muchas alegrías a los aficionados. Su elaboración dentro del conceptualismo ecológico y biodinámico hace buena conjunción.

Domino del Urogallo elabora y cría sus vinos en la antigua bodega de Pesgos, situada a la salida de Cangas del Narcea. Instalaciones que adquirió después de la desgraciada quiebra de la bodega titular. Actualmente, sus vinos no están dentro de la denominación de origen. Parece ser que serias discrepancias impiden que los vinos que salen de Asturias puedan hacer fuerza común en los mercados. Lastimosamente, una vez más, la burocracia se opone al necesario sentido común.

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