Musicólogo

Música para reivindicar Tabacalera

La jornada de reflexión electoral no está reñida con otro tipo de reflexiones de carácter ciudadano como las que se plantearon el pasado sábado por parte de la "Plataforma Ciudadano Tabacalera Gijón". Una iniciativa que lleva varios meses reivindicando el espacio abandonado de la antigua fábrica de tabacos de Cimadevilla para convertirlo en un centro cultural autogestionado que dé cabida a las actividades de distintos colectivos de la ciudad. La jornada comenzó con un recorrido guiado por la Cimadevilla de la Tabacalera y sus cigarreras y contó también con una mesa de debate en la que participaron algunos de los responsables de otras iniciativas similares en ciudades como Madrid, Bilbao o Donosti.

La música tuvo un papel destacado en la jornada, especialmente en los conciertos que amenizaron el vermú en la plaza del periodista Arturo Arias. Más de un centenar de personas se congregaron a primera hora de la tarde y, tras la lectura de un manifiesto por parte de la plataforma, Pablo und Destruktion se colgó la guitarra para proclamar sus canciones. Y digo proclamar porque su música va más allá de la melodía y desafía la sucesión convencional de estrofas y estribillos. Con el único acompañamiento de Sara Muñiz a la viola y algunos samplers y bases rítmicas, Pablo fue creando un hipnótico suelo instrumental sobre el que entonar letras mordaces que captaron la atención del público de forma natural. Un buen manejo de la cantilación, de la reiteración a veces insistente en melodías y frases, de las intensidades en la voz, son sin duda parte de las claves del éxito de canciones como "Extranjera" o "Por cada rayo que cae".

A medida que avanzaba el concierto, la plaza se iba llenando de gente, y cuando arrancó el espectáculo de Rodrigo Cuevas era ya difícil encontrar un buen sitio para ver el escenario. Cuevas es un performer, un artista con gran dominio escénico, consciente de lo novedoso y provocativo de su propuesta; con madreñas, liguero y montera picona, se atreve con temas de la tradición asturiana como el "Xilguerín parleru" o "Soy de Langreo" interpretados con acordeón y pandero, pero también con bases electrónicas que los acercan al tehno.

Sobre esta estructura instrumental destaca una voz potente, clara y bien modulada, que le sirve para encarar sin complejos desde una tonada a una copla o un bolero. El concierto fue de menos a más y finalizó con "El ritmu de Verdiciu", el tema que le ha hecho famoso y en el que combina la popular "Soy de Verdiciu" con "El ritmo de la noche", con todo lo que ello implica.

Era ya hora de comer y de reponer fuerzas para la sesión de la tarde, que terminaría también con música; esta vez en Toma 3, con una sesión del dj Kresy. Así se cerraba una jornada que dejó patente el apoyo popular con el que cuenta la Plataforma Ciudadana Tabacalera Gijón.

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