James Nachtwey llegó a Oviedo pasadas las cuatro de la tarde después de viajar durante dos días desde el sureste asiático. Llegó cansado, pero antes de entrar en el hotel de la Reconquista posó para las cámaras e incluso accedió a fotografiarse junto a los periodistas gráficos que le esperaban a la puerta. Hora y media después, a regañadientes, concedió varias entrevistas en el hall del hotel. Sólo dejó una pregunta sin responder: "Como norteameriacano, ¿que opinión tiene de Donald Trump?". Al orirla, se levantó del sillón y, sin mediar palabra, dio por finalizada la entrevista, que ya estaba fuera de tiempo.