Antonio Rico

Cuando Mary encontró a Sally

Cómo hacer bien el amor con los clásicos

Supongo que han visto la película "Cuando Harry encontró a Sally" o, si no, seguro que sí han visto la famosa escena en la que Sally demuestra a Harry, con el sencillo método de fingir un orgasmo en un restaurante, que las mujeres pueden fingir un orgasmo. Harry presumía de que ninguna mujer fingió jamás un orgasmo con él, y que lo sabe porque sería capaz de distinguir un orgasmo real de un orgasmo fingido, pero el orgasmo improvisado y en frío de Sally, delante de los clientes del restaurante, le convenció de que estaba equivocado. Pero lo mejor de todo es que, después del orgasmo fingido de Sally, una de las clientes dice al camarero: "Tráigame lo mismo que a ella". Pues bien. Mary Beard, premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, pasó por el instituto "Pérez de Ayala" de Oviedo, maravillosamente decorado con motivos griegos y romanos para la ocasión, e hizo el amor con los clásicos ante un grupo de alumnos y profesores con tanto entusiasmo, tanta pasión, tantos gemidos romanos que, al final, los que escucharon a la profesora de Cambridge hicieron una única petición: "Tráigame lo mismo que a ella". Tráigame Roma, Grecia, Pompeya, Tácito, el Partenón.

Por la tarde, Mary Beard paseó por la preciosa villa romana de Veranes, en Gijón, acompañada por la profesora Carmen Fernández Ochoa y otros profesores enamorados del mundo clásico. Mary Beard habló de la villa de Veranes como si hubiera vivido allí, y de repente el mundo romano volvió a la vida como lo hace Pompeya en el extraordinario documental de la BBC presentado por la propia Beard. ¿Cómo demonios lo consigue? La profesora Mari Luz Cienfuegos, que por la mañana dirigió unas palabras de bienvenida a la autora de "SPQR", y Abel y Ainhoa, los dos primeros alumnos que tuvieron la suerte de plantear sus preguntas a la mujer que el viernes paseará su inconfundible melena blanca por el teatro Campoamor, saben tan bien como el resto de los que acompañaron a Mary Beard en el "Pérez de Ayala" y en Veranes que hay amores que no se pueden fingir. Mary Beard no finge cuando hace el amor con la vieja Roma, pero consigue lo mismo que Sally en "Cuando Harry encontró a Sally": que todos nos quedemos mirándola embobados y que, después, todos pidamos al camarero que nos traiga lo mismo que a ella.

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