Antonio Rico

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Antonio Rico

Jugar a tener miedo

A diferencia de otros géneros, el cine de terror triunfa sólo en la medida en que fracasa. La comedia triunfa cuanto más hace reír, el drama cuanto más emociona, el cine de aventuras tiene más éxito cuanto más consigue que el público se sienta partícipe de la acción. El cine erótico busca excitar sexualmente de verdad a los espectadores. Pero el cine de terror no intenta conseguir que el aficionado se muera de miedo, sino que reta a su público a no sentir miedo a pesar del horror de las imágenes que se están mostrando. Sólo en la medida en que el cine de terror consigue no dar miedo a pesar de ser terrorífico puede tener garantizada su audiencia. Si consiguiera verdaderamente su objetivo los espectadores marcharían de las salas, y eso es exactamente lo último que quiere que pase el director de cine de terror.

El aficionado a la comedia se ríe de verdad, el aficionado al cine erótico se excita realmente, pero el aficionado al terror juega a sentir un terror impostado, tanto más placentero cuanto más falso, ya que indiscutiblemente sería tanto más aversivo cuando más verdadero. No son las personas más delicadas y sensibles las que forman el grueso de fans del género de terror. Son los espectadores más duros e insensibles a muestras de horror. ¿Se imaginan que el género de la comedia tuviera sus principales seguidores entre gente seria y carente de sentido del humor? ¿O que el drama triunfara especialmente entre quienes a la salida compitieran muertos de risa por demostrar lo poco que se emocionaron? Pues esa paradoja ocurre con el género de terror.

Vayan estas líneas como un cariñoso saludo a Movistar+ Dark, un nuevo canal dedicado 24 horas al día al terror y que comenzó sus emisiones ayer a las 6 horas, 6 minutos y 6 segundos con una serie de temática diabólica. Disfrutarán de ella especialmente los espectadores que no crean que el número 666 tiene nada que ver con el diablo. Yo, con el debido respeto, no seré consumidor de esta cadena. Me gustan más las emociones reales que las impostadas. Donde esté reírse, emocionarse o ponerse palote, que se quite jugar a que estoy teniendo miedo.

www.antoniorico.es

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