Crítica / Música

Santa Bárbara recuperada

El oratorio de José Lidón se estrenó en la "Primavera barroca" ante un público asombrado por su belleza

La recuperación de obras musicales se ha convertido en un tema que genera fuerte debate entre estudiosos de la música, artistas y programadores. En ocasiones, estos últimos han eludido su responsabilidad respecto a la recuperación patrimonial amparándose en la encrucijada económica en la que la crisis ha situado a las instituciones culturales en los últimos años, y otros lo han hecho por una indignante dejadez. Es habitual escuchar aún en España la manida muletilla de "nosotros sólo recuperamos obras de calidad". No conviene dejarse engañar: recuperar una obra implica un enorme esfuerzo económico y personal, y la recuperación debe llevarse a cabo siempre con seriedad.

El "Oratorio" dedicado a Santa Bárbara de José Lidón, que pudo verse en Oviedo el pasado domingo cumple con estos requisitos de seriedad y buen hacer, y de ahí su éxito. No es para menos, se ha recuperado una obra maravillosa en todos los sentidos, de un compositor prácticamente desconocido para la gran mayoría, y con una cuidada interpretación.

Contar con la presencia del contratenor Carlos Mena y de la soprano Eugenia Boix ha sido un acierto rotundo, ya que ambos hicieron gala de su buen hacer, no sólo en el terreno vocal que fue asombroso, sino también a la hora de caracterizar vocalmente a sus personajes.

Boix, con su color de voz tan claro y una dicción muy buena en algunos puntos, fue una Santa Bárbara convincente. Algo similar puede decirse de la voz del barítono Víctor Cruz, muy dulce en algunas frases, pero también supo ejercer también como el padre terrible que pone fin a la vida de su hija.

Aarón Zapico, al frente de la Acadèmia 1750, fue muy cuidadoso a la hora de arropar a todos los solistas, e hizo especial énfasis para que hubiese un claro contraste entre las partes en las que la agrupación tenía el protagonismo, y aquellas en las que debía servir como acompañamiento. Quizá sería recomendable trabajar con mayor detalle cuestiones de afinación, sobre todo en lo que al viento se refiere; el hecho de contar con instrumentos más o menos históricos no debe servir como pretexto para descuidar algo tan básico.

Con todo ello, este oratorio recuperado y programado en la "Primavera barroca" ovetense, ha sido un éxito en todos los sentidos que bien merece registrarse en una grabación con la misma calidad con la que se pudo escuchar el domingo en Oviedo.

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