Chus Neira

Crónicas del hotel

Chus Neira

Dry Martini

Ayer por la tarde tenía pensado dejarme caer por el bar americano del Reconquista y atizarme un dry martini para comprobar hasta qué punto algunas cosas pueden volver a colocarse de golpe en su sitio por muchos años y cicatrices que hayan pasado por encima. No pude. Bajaba por Benito Argüelles cuando empezaron a entrarme convocatorias por el whatsapp para manifestarse hoy, mañana, tal vez pasado, en algún punto de Oviedo. Los motivos, calendarios e itinerarios me ocuparon ya todo el tiempo del que disponía para homenajear a Don Severo. Así que tuve que dar la vuelta, repasando en el móvil carteles que parecían sacados de una campaña para donar sangre o para recibirla, según vayas a la mesa de cuestación o a la intifada. Yo ya me entiendo. Comprendí que, al final, la unidad popular, y la tradición, era esto. Garrar una pancarta y tirar para Uría. Y nada de ginebra bien fría. Maldita ley seca.

Compartir el artículo

stats