Las Vegas

El presidente de Microsoft, Bill Gates, quiere que el reproductor de música, la consola de videojuegos, el ordenador y el móvil se entiendan unos con otros, y su compañía creará métodos para que lo hagan, según explicó en un discurso en Las Vegas. Por décima vez consecutiva, Gates calentó los motores de la Feria internacional de la electrónica (CES, en inglés) con una intervención la víspera de su apertura que estuvo repleta de vídeos de sí mismo, de su visión del futuro y, como no, de Vista, el nuevo sistema operativo de Microsoft.

En el hotel Venetian le escuchaban miles de entusiastas para los que Gates tiene el estatus de una estrella de rock. Les dijo que los consumidores ya cuentan con una multitud de productos digitales para lo humano y para lo divino, pero «la clave que falta son las conexiones». En su concepto de la casa del mañana, una persona podrá acceder a su música, sus vídeos o el horario de actividades extraescolares de sus hijos tanto como si está en su hogar como si ha salido en el automóvil o ha llegado al trabajo. Para caminar por esa vía, Gates dio a conocer un nuevo producto, un servidor para el consumidor que conecta la información almacenada en los ordenadores, las consolas de juegos Xbox y los reproductores de audio Zune que se puedan tener rodando por la casa. El aparato, que consiste en una torre de memoria y ha sido diseñado en colaboración con Hewlett-Packard, permite el acceso desde el exterior de los datos y costará entre 400 y 500 dólares. Las otras novedades introducidas por el co-fundador de Microsoft fueron un ordenador redondo de Sony y blanco como un queso, y otro con una pantalla sensible al toque de Hewlett-Packard. Gates colocó a ambos como ejemplos de aparatos a los que se podrá adaptar Vista. Promover ese sistema operativo es la prioridad a corto plazo de Microsoft, que lo pondrá a la venta el 30 de enero.

Gates dedicó la mayoría de su intervención a alabar sus virtudes, aunque no se refirió a los supuestos problemas de seguridad descubiertos.

La visión de Gates de aparatos que hablen unos con otros se basa en la percepción de que el público está cansado de tener el bolso y el automóvil lleno de cacharros como el teléfono, el reproductor MP3, la cámara de fotos, un localizador GPS y un aparato portátil de acceso a internet. También así lo parece contemplar la competencia, a la vista del iPhone (teléfono inteligente) de Apple que aúna internet, música y llamadas, algo parecido al sistema Sync presentado ayer por Microsoft en colaboración con Ford.