Los Ángeles (EE UU)

La sonada victoria de las «Dixie Chicks» en los premios «Grammy», el domingo por la noche, pone fin a la polémica que este grupo de Texas levantó con sus críticas al presidente de EE UU, George W. Bush.

«Creo que hoy la gente ha manifestado su libertad de expresión con todos estos premios», afirmó una emocionada Natalie Maines al frente de este trío de texanas y con un total de cinco galardones en las manos, incluidos los de mejor canción, álbum y grabación del año, gracias a su última obra, «Taking the long way».

No se había dado una victoria tan rotunda en las tres principales categorías de los «Grammy» desde 1993, con el triunfo, también emotivo, de Eric Clapton y su «Tears in Heaven», dedicada a la memoria de su hijo. Pero en esta ocasión la emoción la puso el apoyo incondicional que expresó la Academia de Artes y Ciencias de la Grabación hacia unas intérpretes vilipendiadas en los últimos años por expresar desde el escenario su opinión política. «Estamos avergonzadas de que el presidente de Estados Unidos sea de Texas», dijo Maines en 2003 en un concierto en Londres. Sus comentarios levantaron una cadena de boicoteos y amenazas en Estados Unidos que dejaron a uno de los grupos más populares de la música country del país sin su público. No así sin admiradores, al menos dentro de la industria, a juzgar por las ovaciones que con cada premio pusieron en pie a los asistentes a la gala celebrada en el estadio Staples de Los Ángeles. Una victoria que parecía cantada desde que la cantautora contestataria más representativa de la década de los 60, Joan Baez, se encargó de presentar a las «Dixie Chicks» en el escenario.

«Por primera vez en mi vida estoy sin habla», añadió Maines, con fama de charlatana y que dentro de su nerviosismo agradeció a sus compañeras de grupo que hubieran seguido con ella. «Os dije que nos veríamos en los "Grammy"», les dijo a Martie Maguire y Emily Robinson, mientras aprovechaba el micrófono para disfrutar de una dulce venganza y dedicar un sarcástico «Ha, ha» propio de la serie de dibujos animados «Los Simpson» a aquellos que las creían acabadas.

Si la Academia de Artes y Ciencias de la Grabación estadounidense aprovechó su gala para defender la libertad de expresión, también lo hizo para mostrar su apoyo a sus viejas figuras. Su plato fuerte fue la primera reunión en un escenario de «The Police» desde la desaparición del grupo. Sting, Stewart Copeland y Andy Summers cumplieron abriendo la gala con su mítica «Roxanne».

No fue el único momento «nostálgico». Entre los premiados en la noche del domingo figuran algunos célebres de largo recorrido. Así,Bob Dylan logró premios por su «Modern times», entre ellos el de mejor disco de folk contemporáneo. Y en la categoría tradicional el «Grammy» no se fue mucho más lejos: a Bruce por sus «Seeger sessions». Otra veterana como Madonna se llevó el de mejor disco dance y los talluditos «Red Hot Chili Peppers» también tuvieron su cuota, cuatro «Grammy» en total por «Stadium Arcadium». Mary J. Blige, la gran favorita, no se fue de vacío, pero entre sus tres «Grammy» no estaba ninguno de los principales que acapararon las «Dixie Chicks».