Avilés, S. FERNÁNDEZ

Ariel Rot (Buenos Aires, 1960), en acústico, sigue siendo Ariel Rot. Así, con este camuflaje se presentará el próximo sábado en el auditorio de Avilés, el tercer concierto del ciclo «Avilés, arte sonoro».

-¿Cuál de sus tres vidas musicales presentará en Avilés?

-La cuarta.

-¿Ah, sí?

-Sí, la del formato acústico, con un trío, algo ideal para recintos pequeños, para el público sentado. Música de cerca.

-¿Tranquilo?

-No va a faltar el rock and roll. Es acústico, pero no un tostón.

-¿Un repaso a sus tres vidas anteriores?

-Una buena revisión del repertorio, sí.

-Con tantos años, ¿qué le piden?

-Hay muchos espectadores: los que piden aquel éxito y los que prefieren los temas más autobiográficos.

-¿El público va a saltar en Avilés?

-Tampoco hay que ser prejuicioso. Se trata de un teatro, pero al final conseguimos que la gente se ponga a bailar. Las canciones del concierto no son sólo las de medio tiempo.

-Regresa «Tequila».

-Es fantástico.

-Explíqueme.

-Es un proyecto que nace de la amistad y de la intención de recuperar aquella música que hacíamos en los primeros ochenta. Es una decisión muy meditada.

-Treinta años de meditación.

-Tras la ruptura, en 1983, recibimos varias ofertas para volver a juntarnos. Pero éste ha sido el momento adecuado. Tenía ganas de volver a colgarme la guitarra.

-¿Cuándo volverán a la plaza del pueblo?

-La primera fecha que tenemos es el seis de julio, en la sala Bilborock. Después, la gira.

-Hay una edición de grandes éxitos.

-El repertorio de «Tequila» es pequeño, son sólo cuatro discos. Hemos seleccionado 26 o 27 canciones que funcionan y Sony-BMG, la propietaria del catálogo, está preparando un repertorio a la altura de lo que se merece.

-Después de los líos que tuvieron en aquel entoncesÉ

-Nos hemos juntado a ensayar para ver que podíamos funcionar musical, personal y, por supuesto, económicamente. Fue maravilloso, una inyección de energía.

-Ya son hombres maduros.

-Espero convertirme en un anciano inmaduro, que es la mejor manera de pasar la vejez.

-¿Se recuperó la movida madrileña con el último Baile de la Rosa de Mónaco?

-Fue rarísimo ver a la familia real en esa fiesta. No estuve, pero algunos amigos me contaron que eran encantadores, pero Hannover es lo más, el gran personaje.

-¿Se repetirá aquel tiempo?

-Es imposible que se repitan todas las circunstancias que hicieron posible todo aquello.

-¿Rot o Roth?

-Mi hermana se puso la hache.