Tres cosas quedaron claras desde el momento mismo de la presentación de «Felpeyu» en su concierto de estreno. Primera: no habrían pasado por sirenas en ninguna película de Esther Williams. Segunda: Gemma Mengual y las suyas no ven peligrar su hegemonía mundial en natación sincronizada. Y tercera: ya quisieran las dos anteriores poder contar para sus coreografías acuáticas con la banda sonora de una tierra que contribuye a perpetuar y engrandecer este querido grupo.

Salió a escena «Felpeyu» desde las aguas grabadas para vídeo bajo la melodía de la «La saya» y, ya en secano, rompieron con un atenuado set que recibió sonoros aplausos del completo aforo del Filarmónica. Se demostraba una vez más que los de «Felpeyu» están con los suyos y que suyos son todos los que saben apreciar lo bueno y exigente de nuestra música tradicional. Como bien explicaba Ruma Barbero en las entradas de varios de los temas, «no hace falta añadir nada más, y que vos preste». Se sabía el porqué de este concierto y todo cuanto arrastraba tras de sí. Asomaban emociones contenidas. Más cuando sonó el impagable «Ribesella», la pieza más hermosa del folk asturiano de los últimos años, y tras ella subía a escena Elías García, un «llan de cubel» que nunca dejó de ser «Felpeyu». Con ocho sobre las tablas «Felpeyu» seguía de estreno e iba del recuerdo a lo nuevo y al avance de piezas («Tambores de guerra», «Saltón del poliuretano») que verán la luz más adelante. Cantaban por vez primera «Refalfiu», con gozosa acogida, y al primer tercio del concierto se dejaba ver que piezas como «La saya» -repetida- o el precioso y complejo set de «Crescenciano» pasarán por ser piedras maestras de este disco, seguidas bien de cerca por la emoción de «Canteros» o por el vertiginoso set «Sotrondio». Cierre con la fidedigna versión de «El vieyu», con la que ya hiciera historia el Gaiteru Lliberdón, y paso entre más aplausos a los bises, lo más entrañable del evento con Nel Expósito. Habló con voz entrecortada de güelos y güelines; de los que ya no están pero siguen presentes; de tierra, tradición y música. Solo interpretó magistralmente «Agora non». Plasmaba en pocos minutos unos duros 21 meses y sentenciaba que el camino se anda de nuevo. Lo rubricaron «Chalaneru» y el set «L'animal». Público en pie para el que «Felpeyu» firmó notablemente el punto y seguido de su esperado estreno. Pulieron -como canteros- dura roca, sí; hasta hacerla piedra pómez y dejarla salir a flote. Y de qué hermosa manera.