Madrid

Uno de los negocios de descargas on-line más lucrativo, la música, superó los 500 millones de dólares en 2007, sólo en EE UU. De todas estas ganancias, algunos de los distribuidores de música digital como iTunes, Amazon, eMusic o Yahoo! Music se beneficiaron de la exención de impuestos en este producto «no tangible» que aún está vigente en buena parte de los estados de la Unión. Ahora, la esfera política al completo pretende generalizar el cobro de impuestos en las descargas, con la poderosa California a la cabeza. Si el soleado Estado únicamente gravase impuestos en la música on-line recaudaría 20 millones de dólares anuales. La inclusión de la música y las películas en formato digital dentro de las leyes tributarias de EE UU comenzó de forma local en tan sólo quince estados. Poco a poco se han ido sumando otros hasta que, en la actualidad, más de la mitad de los estadounidenses pagan impuestos cada vez que descargan una canción o una película en internet. Aunque varios estados se han sumado, el «pez gordo» es California, el Estado más poblado del país. Con un déficit de más de 8.000 millones de dólares en las arcas públicas, vería con muy buenos ojos un nuevo impuesto a la música, las películas y los libros digitales.