Punta y medio, dijo Luis. Fue una novedad, fue algo con sustancia. Hasta el momento, había tirado mucho del «tema», y «tal», que es el modo del seleccionador de comenzar y concluir sus frases. Evidentemente, con esos registros sobra decir que casi nunca dice nada. Luego, lo de comunicar a un espectador que «antes» jugábamos con dos puntas y ahora con punta y medio es todo un razonamiento aristotélico, o así. El seleccionador consiguió los peores resultados de «Tengo una pregunta para usted», el programa estrella de la nueva era de TVE. Luis, peor que los políticos. Es más, los políticos se codearon, y ganaron, con programas de éxito. Si un político gana al capitán general del deporte rey, algo no marcha. O el seleccionador no da cámara, o no da juego a la audiencia, o no se expresa bien, o no dice nada. Esto último tiene pinta de ser la razón. Nadie entendió si había dicho un día que se iba de la selección, ni tampoco dijo claramente que Raúl se va a quedar en casa, que así será.