Ya hay para hacer TV de producción propia. De mafiosos, con todo lo que arrastran los mafiosos. El arrinconamiento psicológico y físico, la extorsión, el abuso sexual... miserias del ser humano que dan muy bien en la tele. De hecho, las series norteamericanas se nutrieron de este tema desde su origen, la última gloriosa ha sido «Los Soprano». Dan tan sumamente bien en cámara que nadie ve con malos ojos a las familias mafiosas de «Los Soprano», especialmente al cabeza de la familia central. Aún más: en los padrinos de Coppola, el Padrino parece un santo. Es la ficción, tan capaz de sensibilizar al personal con lo peor. En Coslada han sufrido una «padrinada» desde el peor frente, el de los guardianes del orden. Una vez más, la realidad sobrepasó a la ficción. Sólo queda esperar que los sufridores puedan reconstruir su vida y que pase el tiempo para verlo en TV, que es cuando sabemos que todo es mentira.