Estamos «inflados» por la inflación. Cuentan los economistas que estamos al borde de reventar por la pitanza a base de inflación. Hasta hace poco era, lo de la inflación y demás marcadores (palabrita...) económicos, una pequeña congestión. Hace semanas comenzó a ser un corte de digestión, ahora ya es una «pitanzona» por la que vamos a vomitar hipotecas, productos del súper, gasolina... Hay agua, creo (son muy capaces de seguir amenazando con la sequía). El agua es un consuelo tras el pánico mediático que sufrimos: estábamos tan secos que mejor tirar de la cadena del váter una vez por semana. Ahora bien, la capacidad de los poderes (da lo mismo quién esté en el sillón) para convencer es de tal categoría que merecen una genuflexión. A saber: oigo en la radio a un hombre aparentemente normal afirmando con rotundidad que los culpables de la crisis «somos los ciudadanos». Suena a poco fiable.