Oviedo, M. S. M.

El músico ovetense Pablo González dirigirá mañana, sábado, a la Orquesta de la Comunidad Valenciana, en un concierto con obras del impresionismo francés en el auditorio del Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia. Pablo González, que acaba de recibir el premio «International music awards» 2011 (ICMA), en la categoría de conciertos, por un CD de Robert Schumann, está considerado uno de los directores de orquesta más relevantes de la nueva generación.

Director titular de la Orquesta Sinfónica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC), el maestro ovetense iniciará la velada con «Prélude à l'après-midi d'un faune», de Claude Debussy, la misma obra con la que debutó como titular de la Orquesta Sinfónica de Barcelona i Nacional de Catalunya el paso año.

El concierto de la capital valenciana continuará con la segunda suite de «Daphnis et Chloé», de Maurice Ravel, una de las primeras partituras del autor francés que interpretó la formación titular del Palau de les Arts bajo la dirección de Lorin Maazel. La composición de Ravel «Ma mère l'oye», inspirada en cuentos infantiles, y el célebre bolero del músico galo completan el programa de este concierto.

Desde que en 2006 obtuvo el premio internacional de dirección de Cadaqués, Pablo González se ha convertido en una de las batutas españolas más solicitadas en el panorama nacional e internacional, cosechando importantes éxitos.

Uno de los últimos se produjo hace apenas dos semanas, cuando dirigió la Filarmónica de Liverpool -con música española-, lo que le ha servido para ser invitado a ponerse de nuevo al frente de la formación.

Además de sus numerosos compromisos en España, dirigió en las últimas temporadas a las orquestas Sinfónica de Londres, Capitole de Toulouse y Deutsche Radio Philharmonie Saarbrücken-Kaiserslauten. Próximamente debutará con la Orquesta de Cámara de Suttgart, la Orquesta Svizzera Italiana y la Filarmónica de Lieja.

Pablo González nació en Oviedo en 1975 y estudió en la Guildhall School of Music and Drama de Londres. Ganador del «Donatella Flick Competition» en el año 2000, rápidamente comenzó a ganarse una importante reputación a partir de su labor como director asociado de la London Symphony Orchestra y de la Bournemouth Symphony Orchestra. En su currículum figuran actuaciones del más alto nivel, como las que ofreció al frente de orquestas tan prestigiosas como la Filarmónica de Varsovia, Tonkünstler, Cámara de Lausanne, Sinfónica de Basilea, Filarmónica de Estrasburgo y Winterthur Musikkolegium, entre otras.