Bajo el epígrafe «Clásica» caben muchas más cosas de las que en un primer momento se podrían pensar. Una de ellas es el último trabajo musical de Diana Krall, pareja sentimental de la banda sonora de ayer, el músico Elvis Costello. En su último trabajo, Krall demuestra que la conocida garota de Ipanema también puede ser rubia. Esta bossa nova, compuesta en 1962 con letra de Vinicius de Moraes y música de Antonio Carlos Jobim, es uno de los temas que componen el disco «Quiet nights», en el que la cantante rinde homenaje a Brasil y cambia de sexo al protagonista de la obra, cantándole al chico de Ipanema. «Este seu olhar», interpretada en portugués, y «How can you mend a broken heart?» componen un trabajo cargado de sensualidad, la misma que, según la cantante, compone su vida doméstica. En sus propias palabras: «Un álbum íntimo».

Diana Krall, «Quiet nights», 20,95 euros.