Gijón, Cynthia GARCÍA

Gijón ayer se escribió con jota o, al menos, se llenó de jotas (música y baile) cuando la playa de Poniente recibió en torno a las 22.00 horas uno de los grandes espectáculos emprendidos en Asturias en los últimos años. «Xixón con Xota» propició que músicos de diferentes orquestas sinfónicas, intérpretes de folk y una banda de gaitas pusieran su esfuerzo en común para acompañar a un cuerpo de baile integrado por bailadores de diferentes grupos de la villa, en un trabajo artístico que explica la repercusión de la jota en España, en el siglo XVII, y su fusión con los bailes regionales. En total, 51 personas se subieron al escenario para participar en un espectáculo que, además, incluyó alguna sorpresa para mantener el ritmo artístico.

Entre los participantes, voces tan reconocidas como las de Anabel Santiago, cantando en solitario alguna de las jotas asturianas -también interpretó temas de cuarteto junto a Alberto Varillas- o la de los hermanos Valle Roso. Todos los trabajos del espectáculo se sacaron de la antológica de Michael Lee Wolfe «Xotes asturianes 1984-2009». En la noche de Poniente sonaron «Fandangu d'Uviéu», «El quirosanu», «Esti pandeiru que toco», «Anda y señálame un sitiu», la xota de Cangas, la de Cadavéu, la puntiada, «Marcho pa Cuba»... así hasta 21 jotas.

La calidad del espectáculo ya estaba asegurada antes de que empezara la noche, porque los organizadores del festival son viejos conocidos asturianos. Llevan siete años preparando proyectos de este tipo, aunque este año había algo nuevo: la ubicación del escenario. «Todos los años hemos llenado la plaza Mayor y esta vez Poniente, mucho más grande, asusta un poco», afirmaba el director musical, Berto Varillas, antes de comenzar la actuación. «Aun así, esperamos que cuaje y que sea un reflejo de la música de Gijón y de Asturias», afirmaba. De su acogida no dudaba el campeón en la modalidad de gaita y tambor del VII Concurso de gaita de Gijón, Pablo Carrera, que también participó en el espectáculo. «Tiene que ser un éxito porque aquí está tocando gente con un nivel impresionante», explicaba. «La pena es que sólo se pueda hacer una vez al año y en Gijón, sin que sea posible hacerlo en otros festivales más, porque aquí está lo mejor de la música asturiana», concluyó Carrera. Y lo mejor tuvo ritmo de «xota».