Gijón, María IGLESIAS

Años 40. Una pegadiza música de Little Richard acompaña la voz grave de un locutor radiofónico, mientras una mujer americana hace la colada, oculta tras su cuidado delantal. Quizá esta clásica imagen se ubique, por ejemplo, en la costa de California, pero también se puede rescatar de los años 40 hasta el 2000, y presenciarla, por qué no, en el castizo Madrid.

La idea pertenece a la gijonesa Maica Malavé. Cansada de no tener tiempo para conciliar la vida laboral con la familiar, decidió crear un negocio «original» y «elegante», que a la vez le dejara tiempo para ella misma y sus tres hijas. «Un día dándole vueltas por la noche, mi marido me dijo: "¿y por qué no diseñas delantales?", al principio he de reconocer que me pareció una locura», explica la joven, que reside en Madrid desde hace nueve años.

Malavé había encaminado su futuro profesional hacia la Informática, aunque el exceso de trabajo y la imposibilidad de poder cuidar a sus hijas (Rocío, de 9 años, Carmen, de 7, e Inés, de 5), le llevó por los caminos de la moda. «Siempre me gustó mucho la estética, así que me animé, y tras una extensa investigación de mercado me di cuenta de que en Europa no se considera el delantal de la misma forma que en América».

Así, buscando la calidad de las telas (en Francia porque en España escasean) y de los materiales, la gijonesa diseña «prendas de vestir retro, moda vintage», que presenta como «un artículo de lujo». «Quiero desterrar la idea del delantal como una prenda poco valorada, por eso me gusta que se incluya en las revistas de moda», dice.

Pero no sólo lo transmite, sino que lo pone en práctica. Maica y su marido (Perico) reciben a las visitas con el delantal puesto, ya que hay modelos para hombre y para mujer. «No es una prenda machista, sino que es moda para estar guapo en casa», cuenta la gijonesa. «Yo cuando vienen mis amigos les sirvo los gin-tonic con el delantal», puntualiza Perico, y Maica se lo pone «con tacones».

Hace sólo dos años que Malavé se embarcó en este proyecto y ya cuenta con clientes fijos. «Comencé llevando los delantales por las tiendas y ellos me hacían los encargos, pero desde hace tres meses ya tengo mi propio "showroom"», dice la diseñadora. El «showroom» al que se refiere Malavé está ubicado en Madrid y es un espacio en el que se combina el diseño, el almacén y el probador, con la tienda de siempre.

De momento, su distribución se queda en Madrid, aunque esperan abrirse paso en el resto del territorio nacional y también en Europa. «Queremos traer a Europa la cultura del delantal, que se vea mucho más que para andar entre los fogones, es decir, que si te apetece salir al jardín a podar flores, lo pongas», cuenta su creadora.

Además, si la idea tiene éxito, Maica espera ampliar las expectativas de negocio. «Me gustaría que la marca Los Delantales englobara más productos, pero todavía es pronto para aventurar nada», explica. Y es que esta gijonesa quiere revolucionar el concepto de delantal. «Descubrimos que a mucha gente le gustaba la prenda, o sea, que hay nicho de mercado, pero que no tenía dónde comprarla», afirma la joven.

El artículo, que oscila entre los 40 y los 65 euros, pretende no sólo convertirse en una prenda de moda, sino en un habitual del armario de andar por casa, tanto masculino, como femenino. «Tenemos una clienta que compró tantos delantales como familia tenía y los regaló durante una cena de Navidad; ese es el concepto que buscamos, es decir, que sirva como regalo original, sin que nadie se sorprenda porque es un delantal», dice Malavé.

Ya que ahí, insiste la creadora, es donde radica el problema. «Conocemos a una persona que siempre le quiere comprar un delantal a la mujer, pero no se atreve porque cada vez que se lo comenta a su esposa, le dice que no», cuenta. El objetivo de la diseñadora es erradicar el componente despectivo que puede suponer la palabra «delantal».

Por ahora, Maica ya ha introducido sus diseños en algunas series de televisión como «La familia Mata», «Los misterios de Laura» o «La que se avecina». Incluso ha logrado vestir a Isabel Gemio para la portada de una conocida revista de moda.

El «showroom» de Malavé cuenta con ocho modelos diferentes de delantales con variaciones en las telas, aunque, con el tiempo, espera ir ampliando la gama.

Y es que la capacidad creativa de Maica Malavé no tiene trabas porque quizá, no dentro de mucho, será una española, a lo mejor de la costa gijonesa, la que se enfunde en un delantal retro mientras escucha buena música y le sirve un piscolabis a los amigos en su casa. ¿Y por qué no?

Carta de la autora:

-«Nuestra marca Los Delantales ha nacido para ofrecerte aquel delantal retro, chic, moderno y sugerente con el que te sentirás única cada vez que te lo pongas, o sencillamente, cada vez que ante tus invitados busques ser diferente, original y tener ese toque de glamour, de lujo y de sofisticación que nunca te hubiera aportado tu antiguo delantal».

-«Te proponemos diseños creados para gustar y que te gustes, para que además de la cocina y el trajín cotidiano que requieren los fogones, te sientas perfectamente "vestido" para recibir a tus invitados y sorprenderles. Serás la anfitriona perfecta».

-«Los Delantales, además te garantiza la mejor calidad por estar confeccionados con una selección de los mejores algodones y cretonas, lavables en casa, no necesitan ningún cuidado especial y además están hechos en España cuidando hasta el último detalle».

-«Regalar Los Delantales es un acierto garantizado, por su diseño y originalidad, con el que siempre quedarás bien y te recordarán cada vez que se lo pongan».