Nava, Bárbara MORÁN

Nava volvió a plantarse el uniforme verde manzana un año más y van treinta y tres, para rendir tributo a la bebida más asturiana. Una multitud comenzó a inundar la plaza Manuel Uría, frente al Ayuntamiento de la villa naveta, tras el pregón y apertura del Festival de la Sidra.

Jóvenes, mayores, extranjeros, veraneantes y fans incondicionales de la fiesta sidrera naveta volvieron a unirse en torno a las barricas de sidra gratis que se instalan en diferentes puntos de la villa. El olor a sidra volvió a impregnar todo el casco urbano, así como el buen ambiente, la exaltación de la amistad. «Nos encanta este festival, su ambiente y, por supuesto, la sidra, es un día para beberla y disfrutarla y venimos siempre desde hace cinco años». Con este entusiasmo y sin perder de vista el vaso para apuntar bien al escanciar, el avilesino Pedro Muñíz y cinco amigos comenzaban a disfrutar de la fiesta navieta.

Mucha fiesta, muy buen ambiente y, sobre todo, mucha sidra, volvieron a darse cita con el mismo éxito que hace tres décadas cuando arrancó este festival en la villa naveta. Cómo dijo la pregonera, Camen Ruiz-Tilve, cronista oficial de Oviedo, «la mejor forma de rendir tributo a la sidra es bebiéndola y disfrutando de su sabor genuino». Todos tomaron nota al pie de la letra.