Gijón, R. NOGUEIRA

Haciendo virguerías a caballo, con música muy flamenca de fondo y de la mano de Enrique Castro «Quini» se clausuraba anoche la segunda edición del campus de verano de la «Escuela de fútbol Jesús Uribe» en el camping de Deva. «El Brujo» fue el encargado de entregar una medalla, un trofeo en forma de balón y un diploma a los cincuenta niños y niñas, de entre 5 y 14 años, que participaron en un campus que compartió tiempo con ese Mundial de fútbol que ha traido la gloria para España. La ceremonia de clausura del campus se iniciaba cuando dos caballos, dos yeguas y sus respectivos jinetes se hicieron con el campo de fútbol del camping. Con bailes, acrobacias y marchas muy elegantes, los miembros del leonés «Centro Ecuestre Mirantes» realizaron una exhibición completamente gratuita. Las marchas en grupo de los caballos impresionaron tanto a niños y niñas como a sus familiares. Pero fueron las peripecias que jinetes y caballos hicieron individualmente las que dejaron boquiabiertos a los espectadores.

Aunque dieron mucho juego, la noche no estaba dedicada a los visitantes equinos sino a los pequeños que, durante quince días, participaron en la iniciativa de la escuela de fútbol. El entrenador de fútbol y organizador del campus, Josu Uribe, tenía una velada muy especial preparada y llena de sorpresas para el cierre de los días que compartió con los pequeños. «Los niños me han estado pidiendo que fuera algún jugador del Sporting el que les diera los trofeos», explicaba Uribe en el evento de clausura. «Pero por motivos personales el jugador que esperábamos no ha podido venir, y por agenda incompatibles ha sido imposible encontrarle un sustituto en el equipo», añadía el entrenador de fútbol que hablaba de David Barral, quien tenía programado acercarse al camping de Deva a ver a los chavales pero al que le habían surgido motivos personales que le impedían hacerlo.

«Aún así tenemos la suerte de que haya un tipo, así mayorcete, que es un poco "Brujo", al que llamas a las seis de la tarde para pedirle que te eche una mano, y a las ocho se te planta aquí, en el camping de Deva, con una camiseta del Sporting para sortear entre los críos a los que les va a dar los trofeos», así presentaba Josu Uribe a Quini, que llegaba al camping para entregarle su camiseta a la pequeña ganadora de uno de los sorteos, Nuria Cueto.

La ganadora de otro sorteo, Ana Álvarez Vincelle, no tuvo nada que envidiar a su compañera. Josu Uribe anunciaba así el que sería el premio de la pequeña: «alguien nos ha dado algo muy especial para él, para que lo sorteemos entre todos los niños del campus». Ese «alguien» era Hugo López, ex jugador del Sporting B y del Barça B, y actual jugador del Almería B, que participó en el campus como monitor. El «algo» del que hablaba Uribe, era una camiseta que el mismíso Bojan le había dado a la joven promesa del fútbol en su etapa en el Fútbol Club Barcelona. Justo antes de que empezase la ceremonia la ganadora de la camiseta reconocía, junto a sus amigas y participantes del campus Mikaela Junquera, Noelia Cochera y Lucía Uribesalgo, que lo que más ilusión les haría sería «ganar la camiseta de Boyan que ha traído Hugo».

«Hay un tipo un poco Brujo al que llamas para que te eche una mano y se planta aquí con una camiseta del Sporting» dijo Josu Uribe