Oviedo, Sara ARIAS / Lucía NOSTI

Cuando Daniel Larriet se levantó la mañana del concierto de «Pearl Jam» en Bilbao no se imaginaba ni por asomo que esa noche el sueño que tenía desde que era un niño se cumpliría. A mediodía se subió al coche en Avilés junto a su cuñado rumbo al festival de música BBK Live, donde esa noche iban a disfrutar viendo a una de las bandas más representativas de los noventa. A mitad de camino a Larriet se le encendió la bombilla y le propuso a su cuñado hacer un cartel y llevarlo al concierto. La pancarta dirigida al cantante de la banda rezaba así: «Eddie my dream is to sing one song with "Pearl Jam"» («Eddie mi sueño es cantar una canción con "Pearl Jam"»). A pesar de ser un deseo difícil de cumplir, su cuñado le dijo: «Daniel yo te veo arriba».

Por fin llegaron al Monte Kobetas y lo primero que hicieron fue buscar un buen sitio. Se pusieron en la parte derecha del escenario y esperaron. «Vimos a los grupos pero vaya... pasando de todo, luego con Alice in Chains flipamos y ya con "Pearl Jam" fue la revolución, la gente estaba como loca», comenta Larriet.

Pasada la media noche la banda de Seattle se puso a tocar. El de Puerto de Vega enseñaba el cartel cada vez que Vedder miraba. «Vino donde estábamos, a una chica le dio un mechero, puse el cartel lo más alto posible, lo vio, echó una carcajada y me hizo una señal», explica el joven. El concierto siguió pero Vedder no se olvidaba de Larriet; en una de las paradas del set-list, un agente de seguridad se acercó, le enfocó con una linterna y le dijo: «Oye chico, venga para arriba». «Ahí pensé: esto está hecho», asegura Daniel.

Cuando se vio arriba no podía creerlo. Los chicos de «Pearl Jam» estaban tomando algo en el backstage, mientras la seguridad personal del grupo mantenía a Larriet a la espera. El grupo volvió a salir al escenario con «Just Breath», del último disco, y al héroe de Kobetas empezaron a pasarle miles de cosas por la cabeza: «Tengo dos opciones: salgo y quedo como un lerdo mirando pa ellos o salgo y canto como si fueran unos colegas de toda la vida».

De repente, el front-man dice por el micrófono: «Un chico quiere cumplir su sueño». Con mucho nerviosismo pisó las tablas, los focos le iluminaron y pudo saber lo que se siente cuando se toca delante de 30.000 personas. «Miraba para el fondo y era una pasada, increíble. Yo tengo un grupo, "Teksuo", y jamás pensé ver tanta gente», dice el joven asturiano.

El momento de Daniel había llegado. Saludó a los integrantes de la banda y el líder de «Pearl Jam» le preguntó qué quería cantar. Daniel le dijo que le daba igual. «Me dijo al oído que qué me parecía "Daughter", me lanzó el micro y me puse a cantar», explica.

En medio de la canción Vedder y Larriet caen al suelo y se ponen a hacer el bobo con los brazos. «Me decía cosas, se reía como un niño de 15 años, era como si fuésemos colegas». El público del BBK aplaudía la hazaña del héroe popular, seguro que con un poco de envidia, porque a todos les hubiese gustado ocupar su lugar.

Aunque Daniel cumplía su sueño, en la vorágine que estaba viviendo se acordó de su novia, Esperanza, que se quedó con las ganas de asistir al concierto porque tenía que trabajar. «Cuando terminó la canción se lo dediqué, porque ella sí que es fan de "Pearl Jam"», recuerda. «Desde que era pequeño fue mi sueño, además, ver cómo son, si ya los tenía en un pedestal ahora más, se portaron muy bien conmigo». No sólo cantó, tras el cameo, entre bambalinas, le regalaron púas y los técnicos de sonido le pidieron su nombre, «lo van a poner en el disco de directos», afirma entusiasmado.

Ahora, un mes después, Daniel aún no se lo cree. «Es algo que sueñas y no crees que pueda ser posible, soy la persona más feliz del mundo», comenta el héroe asturiano. Daniel ya puede decir que un día fue uno más de «Pearl Jam». Sueño cumplido.

«Es algo que sueñas y no crees que pueda ser posible, soy la persona más feliz del mundo», dice el joven de Puerto de Vega

Oviedo, S. A.

La banda «Pearl Jam» nace en Seattle a comienzos de la década de los noventa, pero sus inicios pueden remontarse a los ochenta cuando Jeff Ament, bajista, y Stone Gossard, guitarra, pertenecían a «Mother Love Bone». A comienzos de los 90 los dos músicos junto al guitarrista Mike McCready buscan un batería para una nueva formación y para ello contactan con Jack Irons, ex batería de «Red Hot Chili Peppers». Irons, en lugar de buscar un batería, ofrece la conocida demo «The Stone Gossard Demo '91», que contiene los temas instrumentales «Once», «Footsteps», «Alive» y «Black» al que había sido cantante de «Bad Radio», Eddie Vedder. Las canciones revolotean por el interior de Vedder mientras surfea en San Diego y así les pone letra y decide grabar las voces. A la semana de enviar la demo de vuelta a Seattle Vedder está en la ciudad para grabar el disco del nuevo grupo. Desde su debut en octubre del 90, «Pearl Jam» marca musicalmente la década junto a «Nirvana».