Infiesto (Piloña),

María TORAÑO

De junio a septiembre no hay pueblo asturiano -por pequeño que sea- que se quede sin unas fiestas patronales con su correspondiente dosis de devoción, folclore y verbena. El mejor amigo del hombre no iba a ser menos y por ese motivo la Asociación Protectora de Animales del Oriente de Asturias -con sede en la capital piloñesa de Infiesto- festejó el sábado su segunda romería de animales con un gran éxito de participantes. Desde el mediodía y hasta cerca de los ocho de la tarde se sucedieron las actividades en los terrenos del hotel rural «La Vieja Posada», situado en las inmediaciones del santuario de la Virgen de la Cueva. Los asistentes podían acudir con sus propias mascotas y compartieron un día de comida campestre, paseos en burro, mercadillo y rastrillo de diversos productos, animación musical, concurso de mascotas y una rifa con varios lotes de productos. La actividad se realiza para que los amantes de los animales del concejo y de la comarca pasen un buen día pero sobre todo para dar a conocer la labor de la asociación, que nació en 2008 y está formada por voluntarios de los concejos de Nava, Piloña, Parres y Cabranes. El colectivo se encarga de dar a conocer a los perros abandonados o perdidos que ocupan la pequeña perrera de Infiesto y les buscan hogares de acogida y adopción. Aún no tienen capacidad para recoger perros de particulares pero ayudan a difundir las ofertas. Reconocen que no dan a basto con la cantidad de animales que tienen a su cuidado y necesitan «lo imposible» para encontrarles un hogar. «Winnie», un mini-sabueso de un año; «Humo», un cachorrón grande de pelo canela y rizado, y «Kerria», una labradora grandota pero tranquilina, siguen esperando dueño.