Avilés, Alba D. Cosgaya

Vestidos de Vera Wang, pañuelos de Hermès, bolsos de Marc Jacobs, Pertegaz, Dior y Valentino... Como dijo Carrie Bradshaw en «Sexo en Nueva York», «yo prefiero invertir en mi armario; eso no me lo quitan en ningún divorcio». Pero para la mayoría, esa filosofía de vida está fuera de su alcance, porque en el mundo real no hay diablo que vista de Prada. Como mucho, de Zara.

Y si con la crisis hasta Inditex pasa a ser alta costura, vestir a la última se hace más difícil. Pero si hay hambre de ropa, se agudiza el ingenio. Los blogs de internet revolucionaron hace unos años el mundo de la moda. Millones de chicas suben cada día sus looks a la red. Ingenio, toneladas de estilo y ropa «low-cost» para evitar la bancarrota a final de mes. Así nació el «streetstyle». La moda de la calle.

Utilizando prendas de ropa con precios asequibles, muchas de estas «bloggers» tienen más seguidores que la semana de la moda de París. Algunas, como la americana Carla de «Karla's closet», se han convertido en todo un referente con sus vestidos «vintage» y zapatos de Louis Vuitton. Los diseñadores y marcas se pelean por aparecer en sus post, le regalan ropa y la requieren para sus campañas. Y todo por subir fotos con sus vestidos favoritos.

A un nivel más asequible, y en el terreno patrio, la pionera fue Carmeron, de «El diablo viste de Zara». Un blog que refleja las últimas tendencias en pasarela y caza sus prendas «clones» en las tiendas de la «high street». Ese es otro «palabro» importante dentro del mundo de la moda. La «high street» son las tiendas asequibles para los simples mortales. Aunque la subida de precios está a punto de sacar a estas dos últimas de la lista.

Silvia de «Bartabac», las hermanas de «SharedCloset», «My daily style», «Mi Armario en Ruinas» y «DulceAida» son algunas de las bitácoras de moda que pisan más fuerte. Lo que todas estas bloggers tienen en común, aparte de su pasión por la ropa, es que han conseguido hacerse un hueco en un mundo en el que eran unas desconocidas.

Y no se trata de un ambiente de frivolidad absoluto, también sirven para reivindicar la singularidad de cada uno. Como Gaby de «Young, fat and fabulous». Joven, gorda y fabulosa. El mejor ejemplo de que las tallas 46 también pueden ser «chic».

Las celebrities españolas no tardaron en tomar nota, y Vicky Martín Berrocal y Eugenia Silva, entre otras, colaboran con las ediciones online de las grandes revistas de moda a través de sus blogs. Una de las más reconocidas, por sus continuas actualizaciones, es Paula Echevarría. La mujer de Bustamante comienza a destacar como «it girl» -persona «arreglá» podría traducirse- más que como actriz. Y más ahora que acaba de firmar para ser la nueva imagen de la tienda Blanco.

Pero el mundo de los blogs y el streetstyle no está exento de polémica. Dos tiendas de la marca Inditex han sido acusadas en varias ocasiones de plagiar las fotos de «bloggers» como «Miss Pandora», el álter ego virtual de la francesa Louise Ebel. O el caso de Tavi Gavinson, una niña de 15 años que desde los 11 lleva dando lecciones de moda a los más grandes con su blog. John Galliano, antes de su caída en desgracia, la invitó a algunos de sus desfiles en París.

La democratización de la moda, que permite que lo «chic» y lo elegante no se compran a golpe de tarjeta, es ya una realidad. Lo impensable ya ha sucedido: Galliano fue expulsado de Dior, y el bolso «Alexa» de Mulberry de 1.000 euros se combina con francesita de 9.90. Es una revolución que se vive en las calles y en la red todos los días.

El «street style» es la moda de la calle o cómo ir «mona» y evitar la bancarrota al llegar a fin de mes

Tavi Gavinson, con su blog «Style Rookie», lleva desde los 11 años dando lecciones de moda a diseñadores como Galliano

«En mi mundo, el diablo no se viste de Prada». Con esta frase, la sevillana Carmen Cachero empezaba su blog hace ya tres años. Lo que empezó como «hobby» y para hacer terapia de grupo sobre su adicción a la ropa la ha llevado a convertirse en una de las más seguidas en la «blogosfera» de la moda. Su ojo experto caza todos los «clones» de diseñadores famosos. Sus seguidoras la idolatran y cada una de sus entradas recoge cientos de comentarios.

Pese a la fama, continúa con su frescura y es una de las que menos se ha dejado influir por los «sponsors» y la fama.

Alix Bancourt es una estudiante de moda y diseño francesa. Su blog, «The Cherry Blossom girl», cuida las fotos de una manera profesional y la modelo hace gala del típico «je ne sais qua» francés. Eso sí, mezcla ropa de mercadillos con prendas Chanel.

Silvia, o Bartabac en la red, hace suyo el lema «menos es más». Sus «looks» a base de camisetas básicas en tonos grises funcionan. El énfasis lo pone en los complementos y las uñas pintadas de colores. ¿Un «fetiche»? Las sandalias con calcetines.

El blog de blogs, «The Sartorialist», lo inició Scott Schuman para mostrar cómo vestía la gente de Nueva York. Después de 15 años en la industria, decidió dejar de lado a las modelos perfectas y dedicarse a fotografiar gente de verdad alrededor del mundo.

Valentina y Paula ponen la nota de juventud en el mundo de los blogs de moda. Por eso mismo son mucho más atrevidas: tutús con sandalias de tacón y moños de bailarina. Compartir, combinar y reciclar ropa para reinventarse cada día. Les funciona.