George Clooney representa el paradigma del nuevo hombre: más fino pero sin perder masculinidad, es el übersexual. En esta categoría encajan perfectamente Senén Iglesias y Juanjo Torres. Ambos se cuidan, «pero sin obsesionarse», afirma Torres. Este ibicenco, que pasea sus piernas depiladas por la capital, no se considera un metrosexual, sino un hombre «actual». Con un fuerte atractivo viril, ambos se alejan de la metrosexualidad y se acercan al hombre clásico pero con matices: «Hago mucho deporte, no bebo y no fumo», declara el ovetense Senén Iglesias, quien, no obstante, no perdona un buen culete de sidra.

Una involución en la masculinidad. Ni übersexual, ni metro. Los retros miran hacia los modelos masculinos de tiempos pasados. Con una chulería propia del macho español pero con ciertos aires de modernidad. El mejor representante es Javier Bardem. Pero este término tan ambiguo también encaja con el bilbaíno Íñigo Parraga, para quien la metrosexualidad «es una moda inventada que tarde o temprano se pasará». Él lo tiene claro a la hora de definirse, con su barba de tres días tan característica de los retro, es «un hombre normal».

La metrosexualidad tan en boga en años anteriores está en decadencia, o eso dicen los cánones de masculinidad. Aunque no le gusta el término, Pablo Menéndez podría ajustarse al perfil. Él se quiere y se cuida: «Me echo cremas. Nunca olvido perfumarme antes de salir de casa y me gasto mucho dinero en ropa». Este monitor de gimnasio pasa horas haciendo deporte: «Un buen físico abre muchas puertas». Pese a que David Beckham sea el icono universal de la metrosexualidad, para él fue el presentador Jesús Vázquez quien inició la moda del culto al cuerpo entre los machos ibéricos.

Juan Pedro Rodríguez, de 62 años, comparte con el personaje de ficción Mauricio Colmenero su concepción clásica del hombre, y es que Rodríguez es un hombre de los de toda la vida. «No me depilo», asegura. Al contrario que el personaje de ficción, este ovetense se muestra respetuoso con todos los que deciden cuidarse. Aunque asegura que lo de ser metrosexual «es una moda que se debe a un cambio de vida que están experimentando las nuevas generaciones». A pesar de que no se fija mucho en la gente, cree que el que de verdad está de moda es el retrosexual, «de esos hay muchos».