El último trabajo de Bruce, el «Wrecking ball», que le trae de gira por el mundo desde el año pasado, es un disco de su tiempo en el que The Boss ha querido fijar su posición contra los excesos del sistema. «Este álbum», contó en la presentación, «se gestó tras el colapso financiero ocurrido en 2008, cuando la gente lo perdió todo y nadie se hizo responsable, y tampoco nadie quería oponerse a lo que estaba sucediendo». Este compromiso de Bruce Springsteen también ha quedado subrayado con su participación en la campaña «Agit8». Lanzada por la organización ONE, del cantante Bono, se trata de reunir las canciones protesta más poderosas de todos los tiempos en la lucha contra la pobreza. Bruce se sumó con su clásico de 1978 «The promised land». Además, en su primer concierto de esta gira en España, en Sevilla, Bruce ya hizo una mención en castellano en homenaje al 15-M y a los indignados.