Goles en miniatura y, además, solidarios. El II Open de fútbol-chapas reunió este fin de semana en el Centro Asturiano de Oviedo a 32 jugadores procedentes de toda España.

Esta disciplina recrea un partido de fútbol, pero los jugadores son, contando al portero, once chapas de botella de refresco. Como en el deporte, gana quien, en dos tiempos de 15 minutos de duración cada uno de ellos, marca más goles.

Juancar Ruiz se hizo con la victoria en la final frente a Roberto Monseco, por dos goles a cero. Ruiz, funcionario madrileño de 50 años, lleva 11 en competiciones oficiales de fútbol-chapas. Con 62 torneos a sus espaldas y 125 equipos diferentes, no es de extrañar que ocupe la segunda posición en el ranking nacional. «El secreto está en entrenar la técnica y no venirse abajo. Todo está en la cabeza. Estoy contento porque cada vez se une a este juego más gente de distintas edades», aseguró tras el triunfo en Oviedo.

Nuria Martín, administrativa de 30 años y única mujer participante, destaca que esta actividad «intergeneracional» requiere «la precisión del billar y la estrategia del ajedrez».

Los participantes donaron comida al Banco de Alimentos.