Los monopatines no son para el verano. Al menos eso piensan las autoridades gijonesas. Los «skaters» locales aseguran que desde que ha llegado el buen tiempo la Policía Local les impide practicar su deporte favorito. «Desde hace semanas nos ponen muchas multas. Antes simplemente nos expulsaban de las zonas peatonales o nos apartaban, pero ahora llegan las sanciones económicas», criticaba ayer Carlos Rodríguez, un «skater» habitual y propietario de un negocio de venta de monopatines y complementos de Gijón.

Estos «skaters» aseguran que la última multa les llegó el miércoles, cuando se encontraban disfrutando de «un rato juntos» en el Campo Valdés. «Nos juntamos unos cuantos, pusimos un cajón de madera y empezamos a practicar. Cuando llegó la Policía Local metieron multas de 45 euros para cada uno. Muchos son chavales que vienen aquí a pasar el rato y no tienen ese dinero», contaba ayer Rodríguez, tachando de «injusta» la actitud de los agentes. «Venimos casi siempre a última hora de la tarde, cuando ya por aquí no pasa casi nadie y hacemos un deporte que entretiene a los chavales, sobre todo a los más jóvenes, y los aleja de estar por ahí bebiendo», argumenta el gijonés. Tanto él como quienes le acompañan habitualmente aseguran que la Policía Local les intenta desviar hacia las instalaciones que precisamente se han construido para ellos en el Cerro Santa Catalina pero, aseguran, este parque no cumple las características necesarias para que lo usen los buenos «skaters».

«El parque se hizo sin contar con la opinión de los que usamos el monopatín y tiene un suelo que desgasta mucho las ruedas», argumenta Carlos Rodríguez. Los jóvenes no saben ya que hacer. Al no estar contemplados como un vehículo en el Código de Circulación -en donde sí se recoge por ejemplo esta denominación para las bicicletas-, los «skaters» dicen que cada vez tienen menos espacios para poder disfrutar de su principal afición. La Policía Local, cuentan, ha llegado a multar a algunos de ellos en zonas como El Náutico o El Muro. Un espacio, éste último, no exento de polémicas durante este verano desde que desde hace unas semanas las autoridades municipales empezaran también a sancionar a los ciclistas, obligados a utilizar el carril de doble sentido que se les ha habilitado y que en un futuro se espera ampliar hasta la zona de Cimadevilla.

El principal problema de los usuarios del monopatín, aseguran estos gijoneses, es precisamente que tampoco pueden ir por la calzada. La Policía Local impuso el verano pasado, por ejemplo, una multa a un joven gijonés 90 euros a un joven que se subió a la acera con su «skate» en la calle Munuza. «Ya no sabemos que hacer», concluyen estos aficionados que exigen una solución. O un carril.